Como se acerca la semana mayor, es bueno estar informados de lo siguiente:
La tradicional teoría que afirma, que la crucifixión de Jesús fue el día viernes, y resucitó luego el domingo; invalida la profecía de Jesús de Mateo 12:40 donde afirma que estaría “en el corazón de la tierra” (en la tumba) tres días y tres noches. Al decir “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre el corazón de la tierra tres días y tres noches.”.
TRES DÍAS Y TRES NOCHES
La tendencia de algunos creyentes en Jesucristo es creer muchas de las enseñanzas que por años hemos recibido, sin ocuparnos de comparar con las escrituras si ese tema, esté o no de acuerdo con lo que la palabra enseña. En este caso en particular, se debe por estar acompañadas por una doctrina de la tradición. Tal es el caso según ella, del tal “viernes santo,” en el cual Jesús fue crucificado. Se entiende perfectamente, que al no interpretar adecuadamente algo que pasó, esto no afecta nuestra espiritualidad, pero le resta a nuestra cultura cristiana; y más aún si se trata de fiestas tradicionales, mezcladas con términos hebreos (como el día de reposo).
Sin embargo, si alguna afirmación o tradición no coincide con algún otro pasaje bíblico, se debería escudriñar y meditar acerca de estas diferencias, hasta resolver esa discrepancia para enriquecer nuestro conocimiento y poder así también enseñar a otros, para dar respuestas adecuadas cuando alguien nos pida explicación al respeto.
Es muy interesante el ejemplo bíblico que nos han dejado los hermanos de Berea, en Hechos17; Cuando Pablo y Silas le llevaron la nueva doctrina de la salvación por la fe en Jesucristo. Ellos no la rechazaron como hicieron los de Tesalónica, sino que comenzaron a ver si lo que decían los dos siervos de Dios, coincidía con las Escrituras. Después de verificar y constatar si concordaban, con los manuscritos, muchos de ellos creyeron en Jesucristo.
Seguramente debido a que la palabra de Dios dice que Jesús fue crucificado antes del día de reposo de la pascua, confundieron este día de fiesta con el reposo semanal del sábado, y que su cuerpo no podía dejarse en la cruz, porque a las 6 de la tarde comenzaba ese día de reposo de la pascua. Algún teólogo de esa temprana época por deducción lógica pensó que Jesús murió un día viernes, ya que el reposo semanal era el sábado, según estaba establecido en la ley.
Nunca se llegó a pensar, que esa semana podía tener otro día de reposo, que no fuera el del sábado, como tampoco tomar en cuenta, que tanto la muerte del Señor, como el de su resurrección, estaría vinculado con la profecía de permanecer en el corazón de la tierra tres días y tres noches (72 horas).
Como tampoco se tomó en cuenta otra palabra que es clave para determinar un evento o un día de fiesta especial, que por supuesto no se refería al reposo semanal (El sábado). Hago referencia a la palabra “preparación” y específicamente a lo claro que el apóstol Juan lo expone en 19:31 al decir: “Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad).” En ese pasaje aunque se repite dos veces la palabra reposo, se enfatiza que ese era de gran solemnidad, debido a que era la preparación de la pascua. No tomando en cuenta lo antes expuesto, y dándole prioridad a esa interpretación de la tradición. Aún en algunas versiones de la Biblia colocan un asterisco a la palabras reposo* (Marcos 15:42) explicando luego a pié de página: "*aquí equivale a sábado.” Y otras colocan directamente sábado siendo un jueves como veremos más adelante.
No, ese no era el reposo semanal del sábado, ese era el día de reposo correspondiente a la celebración de la pascua, y el apóstol Juan lo distingue y enfatiza como “de gran solemnidad.” Ese día según Levítico 23:5 dice: “En el mes primero (de Abib) a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová.” Ese día 14 del mes primero era un día de fiesta y de reposo fijo (una fiesta nacional para todo el pueblo).
Por supuesto que ese reposo de la pascua, podía caer en cualquier día de la semana, inclusive un sábado; pero en ese año 27 del calendario judío, y 33 del nuestro, el gregoriano, cayó un día jueves. (Esto es comprobable con el calendario judío).
El hecho que por error lo hicieron coincidir con el día sábado, no hubiera trascendido si no fuera porque desautoriza la profecía de Jesucristo cuando dijo: que Él estaría en el corazón de la tierra tres días y tres noches; y por la contradicción que causa entre los versículos de Juan. 20:1 y Marcos 16:1 que analizaremos más adelante.
Porqué si ese día de reposo coincidía con el sábado y luego el domingo siendo aún oscuro, María Magdalena vio que la piedra estaba removida de su lugar, indicando que Jesús había resucitado, ¿cómo queda la profecía de Jesús, si en ese lapso solamente hay unas 36 horas, un día y medio en lugar de los tres días y tres noches profetizados?
Es propicio aclarar, que ese día de la preparación era para organizar y efectuar el sacrificio del cordero, que antecedía la pascua. En ese día de la preparación en diversos hogares de la nación, los israelitas estaban pendientes de conmemorar el ritual sacrificio de un cordero. En ese año ese mismo día, en el monte Calvario abandonado por casi toda la nación, clavado en el madero de la cruz, se estaba efectuando el verdadero sacrificio del cordero de Dios, en la persona de Jesucristo.
La escritura nos revela, que el primer día de la semana o sea el domingo siendo aún oscuro, vieron que la piedra que cerraba la tumba estaba removida de su sitio, y obviamente se encontraba vacía; o sea que antes del amanecer el domingo ya el Señor había resucitado. Así la tradición e inclusive los teólogos de la iglesia romana establecieron el “viernes santo” como el día de la muerte de Jesucristo; y algunos lideres de iglesias Cristianas Evangélicas, siguen aun enseñando que Jesús murió el viernes; no tomando para nada en cuenta la profecía de Jesucristo cuando en Mat.12:40 profetizó: Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.
No niego, de haber tenido que aceptar por años esta teoría errada, no teniendo otra explicación, que la enseñaza recibida desde nuevo creyente, que era lo que tradición nos proporcionó, sin embargo sabía que no coincidía con la profecía del Señor, y pensé en alguna alternativa, tal como: la que el Judío, contaba la fracción de un día, por uno entero, pero de todas manera la cuenta no me daba la cuenta, luego abandonaba el estudio por no dar con la solución, aunque ella estaba delante de nuestros ojos. (Sorprendentemente, la misma palabra lo explica en forma muy clara)
Ahora bien, cuando el Señor afirma que estaría en el corazón de la tierra, tres días y tres noches, estos tres días con sus noches, suman 72 horas, y en Jua.11: 9,10 el mismo Jesús ratifica las horas que contiene un día diciendo: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él. Dicho esto queda claro que afirmaba que doce horas tenía el día y doce horas tenía la noche que suman veinticuatro horas; si él dijo que estaría tres días y tres noches estaba claro que se refería a 72 horas ni una más ni una menos.
Que la tradición y los teólogos no hayan tomado en cuenta esa afirmación profética de Jesús, tan precisa del tiempo de su permanencia en la tumba, y que le hayan disminuido esas horas enseñando que su muerte se efectuó un “día viernes;” y luego la misma escritura nos revele que antes de amanecer el domingo ya había resucitado; no es una equivocación de los que escribieron los evangelios, ni que el Señor se refería a días más cortos, sino que algunos teólogos, no supieron interpretar adecuadamente los detalles referente a los acontecimientos de ese día de la preparación, ni del reposo pascual que ese año de la muerte de Jesucristo cayó un día jueves. Luego la tradición se encargó de tenernos confundidos al respeto.
Por años hemos aceptado esa incongruencia por no tener la correcta interpretación de los hechos; porque si Jesús murió a las tres de la tarde del viernes y a las 6 de la tarde lo enterraron, según nos aclara Luc.23:54 y le agregamos 72 horas (desde que lo pusieron en el sepulcro) debería de haber resucitado a las 6 de la tarde del día lunes. Si sacamos la cuenta según la tradición, del viernes al domingo antes del amanecer no hay sino unas 36 horas. (Apenas un día y medio) cosa inadmisible, al compararlos con los tres días y tres noches profetizados por Jesús.
Al leer un comentario de un hermano sobre el tema, rápidamente entendí donde estaba el error que dio lugar a la mala interpretación de ese día de reposo, del cual habla La Biblia; agradezco a Dios por habérselo revelado, y que llegara ese comentario a mis manos. Aunque no faltará algún ego, que se resista en aceptar esta nueva, pero escritural teoría; que como veremos se ajusta a lo que realmente aconteció, y explicaremos con los mismos detalles que nos proporcionan los evangelios.
Como dije al principio esto no afecta en nada nuestra vida espiritual, sino que enriquece nuestro conocimiento de los hechos, la precisión de su palabra, y nos enseña que muchas veces las tradiciones no son las más ajustadas a las escrituras;
Lo que debemos de tomar muy en cuenta es: que siendo Dios tan preciso (por haber él establecido los tiempos) nos tiene que resultar inadmisible que el Señor no previera bien el tiempo de su permanencia en el corazón de la tierra; al decir que estaría tres días y tres noches, 72 horas en él. Y con la teoría del tal “viernes santo” es imposible que se ajuste a la profecía. La Biblia nos ofrece tres parámetros exactos, que podemos tomar en cuenta en el relato de la muerte de Jesucristo que son:
1) El momento de su muerte, la hora novena (3 de la tarde), así lo relata en Mar.15:34y 37 y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? Luego el 37dice: Mas Jesús dando una gran voz, expiró.
2) Luego nos enseña que a las 6 de la tarde, finalizando el día en el cual murió, y antes de comenzar el día de reposo lo enterraron, así lo relata en Luc. 23:54 era día de la preparación y estaba para comenzar el día de reposo (las 6 p.m.).
3) Que el primer día de la semana (el domingo) siendo aun oscuro ya él había resucitado.
Pero en ninguno de los relatos se menciona el momento o la hora de su resurrección. Ya el Señor había anticipado, que estaría en la tumba 72 horas pero nadie estaba pendiente de su profecía. Sólo se nos dice que antes del amanecer del día domingo, siendo aun oscuro ya había resucitado. Jua.20:1 El primer día de la semana Maria Magdalena fue al sepulcro siendo aun oscuro y vio quitada la piedra del sepulcro; y por supuesto estaba vacío.
Ahora pasemos al análisis de dos versículos; en Marcos 16:1y2 de la versión Reina Valera, revisión de 1960, que es la que más se ajusta a los hechos, y nos comienza a precisar lo que realmente aconteció. Pero antes analicemos las contradicciones que se encuentran con la supuesta muerte del tradicional “viernes santo”.
CONTRADICCIONES EN LA SUPUESTA MUERTE DEL VIERNES .
Analizando lo que la tradición nos ha enseñado, que Jesús murió el día viernes antes del reposo semanal, el día siguiente por ser sábado y día de reposo, no podía haber actividad alguna bajo pena de muerte según lo establecía la ley en Exodo. 31:14 que dice: Así que guardareis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare de cierto morirá. Luego se nos dice que el primer día de la semana (el domingo) ya había resucitado; Como leímos en Jua.20:1 que María Magdalena siendo aun oscuro el primer día de la semana fue al sepulcro y vio la piedra quitada; señal que ya había resucitado. Se supone que la Magdalena se levantó muy temprano y fue al sepulcro sola.
Ahora veamos lo que nos dice en Marcos 16:1 Cuando pasó el día de reposo, ( de la pascua del jueves) María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salome, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. Si analizamos minuciosamente estos dos versículos el de Juan 20:1 y el de Marcos 16:1 nos daremos cuenta la incoherencia existente entre estos dos escritos; ya que si después del día de reposo del sábado, viene el domingo, que es el primer día de la semana, Y María Magdalena siendo aun oscuro, según el relato de Juan, estaba en el sepulcro surge la pregunta:
¿Cómo podía según el relato de Marcos 16:1 estar María Magdalena con la otra María madre de Jacobo, y Salomé al mismo tiempo y comprando especias y luego prepararlas para ungir al Señor? Donde para colmo, según el relato de Juan ya Jesús había resucitado. Resulta imposible pensar que ese grupo de mujeres estuvieran comprando especias mientras Jesús ya no estaba en la tumba. Y menos que la Magdalena estuviera en ambos sitios. Daría la impresión que los dos versículos se contradicen.
Por supuesto que es imposible, pensar en la probabilidad que alguno de los dos, Juan o Marcos inspirados por el Espíritu Santo, se hayan podido equivocar en relatar lo acontecido; sino tratar de entender dónde está el problema interpretativo, de los dos pasajes bíblicos. Siendo el motivo de esta aparente contradicción la mala interpretación del tradicional “viernes” como el día que Jesús fue crucificado.
Luego al leer el verso 16:2 de Marcos que más se ajusta a la secuencia de los hechos vemos como él cambia y ya no menciona el día de reposo, (del jueves) y dice: “Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol.” Refiriéndose a las otras mujeres que habían salido a comprar las especies ya que la magdalena se había adelantado. Siendo el verso 2, una continuación del primer versículo, es de suponer que se refiere a las mujeres que iban a ungirle.
RESUMIENDO ESTA APARENTE CONTRADICCIÓN.
Es evidente como ya se explicó que si María Magdalena el primer día de la semana siendo aún oscuro, estaba en el sepulcro no como podía estar con las otras mujeres comprando especias. Segundo ¿si las mujeres al pasar el día de reposo van a comprar las especias para ungir a Jesús, como es que en el verso 2 de Marcos16 dice: Y muy de mañana el primer día de la semana, vinieron al sepulcro ya salido el sol? Surgiría la pregunta: ¿Dónde estaban por fin comprando especias o en el sepulcro? Se ve claramente que en esa semana había dos días de reposo.
Pues sí, habían dos días de reposo, notemos como Marcos los separa diciendo en 16:1: Cuando pasó el día de reposo refiriéndose al día jueves; luego en el 16:2 dice: y muy de mañana el primer de la semana, o sea después del sábado. Donde el día de reposo del verso 1 era el día de la fiesta de la pascua, (el 15 de Nisán) que se celebraba según Levíticos 23:6 que dice: “Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová;” el cual podía caer cualquier día de la semana, y ese año cayó el día jueves, y era por supuesto día de reposo y de gran solemnidad, ordenado por Dios; y todo se resuelve, como terminaremos de explicar a continuación.
LOS ACONTECIMIENTOS COMO NOS LO RELATAN LOS EVANGELIOS.
Se iniciará diciendo, que el evangelio del apóstol Juan en el 19:31 dice: Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), (Porque era la fiesta de la Pascua). Es oportuno preguntarnos ¿Porque Juan hace un especial énfasis en ese día de reposo? la respuesta es: porque no era el reposo semanal, del sábado (a pesar del asterisco* que los comentaristas de La Biblia pusieron en la palabra reposo*) sino un reposo de gran solemnidad, porque era la celebración anual de la pascua; en el cual se sacrificaba el cordero, que ese año se cumpliría con Jesucristo el cordero de Dios.
Para los judíos no solamente el sábado era día de reposo, (cosa que confundió a muchos), sino todos los días que celebraban alguna fiesta decretadas por Dios en la ley, era y es un día de reposo. El que nos aclara lo expuesto anteriormente es el evangelio de Marcos, en el 16:1. Él comienza con decir: Cuando pasó el día de reposo, (de esa pascua que fue un jueves, al día siguiente o sea el viernes) Maria Magdalena, Maria la madre de Jacobo, Y Salomé, salieron a comprar especias aromáticas para ir a ungirle. Este día que salieron a comprar, aún por lógica era y no podía ser otro que el viernes.
En efecto después de comprar las especies, las prepararon y descansaron de nuevo el día sábado, que era el reposo semanal; porque tampoco ese día podían trasladarse al sepulcro para ungirle. Como lo relata Lucas 23:56 Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, (el sábado) conforme al mandamiento. Cuando leemos este versículo, se deben considerar tres cosas.
La primera es: que ellas en ese día de reposo (del día 15 de ese mes de Nisán) no podían preparar las especies para ungir al Señor, primero porque no tenían todo lo necesario para prepararlas, y luego porque estaba prohibido según la ley, de hacerlo en un día de reposo. Y no pudiéndolo hacer en ese día de reposo, al día siguiente el viernes como dice en Marcos 16:1 Cuando pasó el día de reposo, (de esa pascua que fue un jueves, al día siguiente o sea el viernes) María Magdalena, maría la madre de Jacobo, Y Salomé, salieron a comprar especias aromáticas para ir a ungirle. Como esa muerte para ellas fue algo imprevisto, tuvieron que ir a comprar las especias para luego prepararlas.
La segunda es: Que de no poder preparar las especias por los dos motivos ya explicados, la frase que dice: “vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos.” En Lucas 23:56 En ningún momento, determina que las prepararon en el día de reposo; de manera que tanto la adquisición de la especias, como su preparación, se tuvieron que hacer en un día laboral que en este caso fue un viernes.
La tercera es: que al preparar el viernes las especias, al día siguiente que era sábado siendo este el reposo semanal según la ley, tampoco pudieron trasladarse al sepulcro para ungirle. De manera que regresamos a Lucas 23:56 donde dice que luego de prepararla especias descansaron el día de reposo diciendo: Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, (el sábado).
Luego Marcos le da la última pincelada al relato diciendo en el 16:2: Y muy de mañana, el primer día de la semana (o sea el domingo), vinieron al sepulcro, ya salido el sol. Aquí Marcos con esta expresión: Primer día de la semana, separa el reposo que correspondía al día jueves de la celebración anual de la pascua; del reposo del sábado, como el primer día de la semana.
Ahora que hemos aclarado un poco la secuencia de los hechos, yo pienso que la confusión para decir que Jesús murió el día viernes se debió, a que se confundió el reposo de la pascua, con el reposo del sábado, y no se pensó que ese día de reposo, que mencionan los evangelios, podía ser otro que no fuera sábado. Como tampoco se tomó en cuenta la profecía de Jesús de los tres días y tres noches.
Hoy día es muy común entre los que usamos el calendario gregoriano, tener una fiesta nacional un día fijo durante el año, pudiendo este coincidir con cualquier día de la semana, siendo muy común tener dos días de reposo en una semana. Donde por supuesto hay un error, es en el asterisco que se encuentra como comentario al lado de la palabra reposo* Como hay otras versiones que cambian directamente la palabra reposo en Marcos 16:1 por ”sábado”. Pero ese asterisco ni cualquier otro comentario pueden invalidar la profecía de Jesucristo, del tiempo de su permanencia en la tumba.
Volviendo al tema de los tres días y tres noches, determinados por el Señor, (que son 72 horas;) nos guiaremos paso a paso, no por nuestras opiniones, sino por lo que los evangelios nos revelan. Antes de iniciar, es conveniente aclarar un último punto, que es el siguiente: Cuando Jesús profetizó del tiempo de su permanencia en el corazón de la tierra, no se refería desde el momento de su muerte, sino desde el momento que depositaran su cuerpo en la tumba. El sitio donde lo colocaron había sido abierto en una peña; y estaba cerca del lugar donde le crucificaron.
Hemos dicho que en esa semana era la celebración de la pascua, que iniciaba desde el día 10 de ese mes de Nisán donde se tenía según la ley apartar el cordero que se iba a sacrificar el día 14. El mismo Jesús reúne a sus discípulos para celebra con ellos la última cena, luego es apresado y llevado delante de Caifás y los ancianos. Al siguiente día el miércoles es presentado delante de de Pilato, es sentenciado a muerte y crucificado.
Cerca de la hora novena, Jesús clama a gran voz diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿porque me has desamparado? Y habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó su espíritu. Esto aconteció a la hora novena faltando tres hora para terminar el día miércoles. Que corresponde a las 3 de la tarde de nuestro horario.
La gran preocupación de los sacerdotes y miembros del sanedrín era, que después de la crucifixión del Señor, por la ordenanza de la ley los cuerpos no podían quedar en la cruz; ya que el siguiente día era el reposo de la pascua, que comenzaba a las 6 p.m. de ese día miércoles. El apóstol Juan lo relata de la siguiente manera en el: 19:31 Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad). Como se dijo anteriormente para que todo coincida bíblicamente, diremos que el reposo solemne de la pascua, que se celebraba en el mes primero de Abib o Nisán el catorce de ese mes; ese año 27 y del nuestro 33 cayó el jueves de esa semana.
Entonces siguiendo paso a paso los acontecimientos desde el momento que Jesús murió, a las tres de la tarde, nos guiaremos por lo que relata el evangelio de San Juan ya que él se encontraba junto a la cruz con las mujeres y la madre de Jesús, su evangelio detalla más acuradamente esos momentos pos mortem de Jesús. bbbb
Juan lo relata diciendo: Que José de Arimatea, fue a Pilato a pedirle que le permitiese de llevarse el cuerpo de Jesús, y este se lo concedió, entonces vino donde estaba Jesús, y los que le acompañaban, y descolgaron el cuerpo de la cruz. También se unió al grupo Nicodemo trayendo como cien libras de un compuesto de mirra y de áloes; tomaron el cuerpo lo envolvieron en lienzos, con las especias aromáticas, según las costumbres judías, y lo pusieron en un sepulcro nuevo del mismo José de Arimatea. Debido a que el tiempo apremiaba por la proximidad del comienzo del reposo pascual, y esa tumba estaba cerca del lugar donde Jesús había sido crucificado.
Luego agrega en el 19:42 diciendo: Allí pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús. San Lucas en su evangelio, revela un detalle final mencionando, a que hora terminaron de sepultarlo en el 23:54 al decir: era día de la preparación (de la pascua) y estaba para comenzar el día de reposo. O sea que era casi las 6 p.m. del día miércoles, y estaba por comenzar el reposo pascual; del día jueves y no del sábado. A partir de ese momento que terminaron de colocarlo en el sepulcro, comenzaban a correr los tres días y tres noches de la profecía, de su permanencia en la tumba.
Resumiendo, Jesús murió a las tres de la tarde del día miércoles y fue sepultado a las seis de la tarde del mismo día, finalizando el día miércoles, y comenzando a esa misma hora el día jueves, del reposo pascual. Ahora toma sentido cuando Marcos 16:1 dice: Cuando pasó el día de reposo (del jueves) María Magdalena, Maria la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias para ir a ungirles. Esto ocurrió el día viernes, ese mismo día prepararon las especias, y no pudieron ir al día siguiente porque era el día del reposo semanal (el sábado), por lo cual descansaron nuevamente. Aclarando luego Marcos en el versículo 16:2 donde dice: “Y muy de mañana el primer día de la semana, (el domingo) vinieron al sepulcro, ya salido el sol.
Por supuesto que tanto María Magdalena, que se presentó el primer día de la semana en la mañana siendo aun oscura, como las que vinieron ya salido el sol, no encontraron al Maestro en su tumba porque él ya había resucitado. Entonces ¿a que hora resucitó el Señor?
Si lo pusieron en el sepulcro a las seis de la tarde, teniendo presente que el día judío, comienza y termina a las seis de la tarde, comenzando a contar: desde el día jueves a las 6 p.m. Al día viernes a las 6 p.m. 1 día, al día sábado a las 6 p.m. 2 días, y al comenzar el día domingo a las 6 p.m. tenemos los 3 días profetizados por el Señor.
Entonces el Señor cumplió como tenía que ser, las 72 horas o los tres días y las tres noches, en el corazón de la tierra (léase sepulcro) y resucitó al finalizar el día del reposo del sábado, y el comienzo del día domingo a las 6 de la tarde. Ahora para saber que hizo el Señor desde el momento que resucitó, hasta que se le presento a maría Magdalena en la mañana, tendremos que preguntárselo a él cuando le veamos. De repente fue a consolar algunos de esos corazones heridos a causa de su muerte, como el de su progenitora, que fue advertida por Simeón en Luc. 2:35 “que una espada traspasaría su misma alma”.
Por supuesto que este comentario o estudio, no tiene como propósito cambiar la historia o la tradición del muy difundido “viernes santo,” sino dar al que desea estudiar y meditar en la palabra de Dios; unas base, o una interpretación lógica, a la controversia que suscita, la teoría de la tradición la cual afirma, que el viernes es el día de la crucifixión de Jesús, resucitando luego el domingo; invalidando así la profecía del Señor donde afirma que estaría en la tumba tres días y tres noches.
Publicado en marzo 2017
A.P. aggeop@gmail.com
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