ABSALÓN FIGURA DEL
LUCERO HIJO DE LA MAÑANA
Material de estudio
II Samuel 15-18, Ez.28:12 Isaías 14:12 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones.
2Pedro 1:19 Tenemos
también la palabra profética, la más segura, a la cual hacéis bien en estar
atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro hasta que el día
amanezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;
La palabra “endecha”, tiene el significado
de una angustia muy intensa que alguien experimenta,
cuando le ha ocurrido algo muy doloroso. Ésta endecha se expresa con un
lamento en alta voz, y es usado normalmente en Israel, cuándo se pierde un ser
querido.
En Ezequiel Dios le habla al profeta, enviando
un mensaje para el rey de Tiro, y en el 28:12 le dice: Hijo de hombre,
entona endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así dice Adonay YaHVeH: ¡Tú eras
el sello de la perfección, Lleno de sabiduría y acabado de hermosura! En Edén,
en el huerto de Dios estuviste. De toda piedra preciosa era tu vestidura: De
cornerina, topacio, jaspe y crisólito, De berilo y ónice; zafiro y carbunclo,
De esmeralda y de oro. Los primores de tus panderos y flautas estuvieron
preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín ungido, protector, Yo
te constituí para esto. En el santo monte de Dios estuviste; En medio de las
piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día
que fuiste creado, Hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de
tus contrataciones Fuiste lleno de iniquidades, y pecaste. Por tanto Yo te
degrado del monte de Dios, Y te destruyo, oh querubín protector, De en medio de
las piedras del fuego.
Es evidente que esos atributos no podían ser
proferidos de la mente de Dios, para un hombre pagano como el rey de Tiro; de
una manera indirecta, se estaba refiriendo al principal y más alto de los
ángeles, a ese querubín llamado Satanás.
Por supuesto que esas expresiones estaban dirigidas al ángel que
se rebeló en su contra. Dando a su vez a entender el dolor que le provocó a
Dios esa rebelión.
Al decir: En
Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu
vestidura; se evidencia que no se estaba refiriendo al citado rey,
sino al que se constituyó enemigo de Dios. Si ese Edén, se trataba del mismo
donde Dios puso a Adán o se trataba de otro no lo sabemos. Lo que sí se
evidencia es: que tanto al ángel de más alto grado, como su obra maestra
"el hombre", a ambos los puso en un Edén. Y en ambos Edén hubo un
fracaso.
El haber sido Dios
traicionado por este ángel sello de la perfección produjo, en Él una
intensa angustia. (Endecha) Para poder tener una idea de este dolor, más adelante podremos ver
el significado de esa endecha, en la
reacción que tuvo David rey de Israel cuando supo de la muerte su hijo Absalón.
Las contrataciones.
Al mencionar
en Ezequiel 28:18: “Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad
de tus contrataciones, nos revela cómo Satanás trataba de conquistar
con vanas e infundadas promesas el favor
de los ángeles que tenía a su mando, logrando así convencer a una parte de
ellos. Quería llegar a ser como Dios y
sentarse junto a las estrellas (ángeles) de Dios, subir a las alturas de las
nubes y ser semejante al Altísimo. Posiblemente nunca entendió que Dios era su
creador y el que lo había colmado de
favores
Absalón como tipo del lucero hijo de
la mañana.
Eso era exactamente
lo que hacía el príncipe Absalón, y de su actitud se puede llegar a tener una
pequeña idea de lo que aconteció en el cielo en un pasado remoto; entre Satanás
y los ángeles que tenía a su mando, y como se llevó a cabo esa rebelión en contra
de Dios.
Tal como
leímos en la Palabra de Dios la descripción de Luzbel, lo hace de Absalón
diciendo en 2 Samuel14:25: Ahora
bien, en todo Israel no había hombre tan hermoso como Absalón, admirable en
gran manera. Desde la planta de su pie hasta su coronilla no había en él
defecto alguno.
El príncipe se levantaba temprano, para colocarse en el camino de la
puerta principal de Jerusalén, con el fin de tratar de conquistar el favor de los que
acudían al rey su padre, para exponer sus problemas. Siendo un hombre de una
extraordinaria presencia, ya que no había hombre como él por su excelente
atractivo físico, su porte era lo que resaltaba de él.
Para los que acudían con el fin de obtener
justicia de parte del rey, era algo inusual de ser recibidos a la entrada de la
ciudad por una persona tan distinguida como él; que aparte de su imponente
presencia, demostraba un cuidado y diligencia insólito al recibir a los que
acudían a la capital para exponer sus problemas al rey.
Así lo relata En 2 Samuel 15:2… “Cuando la gente llevaba un caso al rey para que lo juzgara, Absalón le
preguntaba de qué parte de Israel era, y la persona le mencionaba a qué tribu
pertenecía. Entonces Absalón le decía: «Usted tiene muy buenos argumentos a su
favor. ¡Es una pena que el rey no tenga disponible a nadie para que los
escuche! Qué lástima que no soy el juez; si lo fuera, todos podrían traerme sus
casos para que los juzgara, y yo les haría justicia». Cuando alguien trataba de
inclinarse ante él, no lo permitía. En cambio, lo tomaba de la mano y lo besaba.”
El muy sonriente príncipe, era el
primero en saludar a los forasteros que llegaban a la ciudad, preguntándole
luego de dónde venían, y cuál era la razón de su visita. Todo este recibimiento
por el hijo del rey, con esa brillante diplomacia que ejercía, los recién
llegados se sentían honrados y privilegiados de ser atendidos con tanta
solicitud y de una manera personal por
este ser tan especial.
El ingenuo viajero quedaba confundido
frente a la excelencia del recibimiento, por el porte y la elegancia del príncipe que lo
estaba entrevistando, y así comenzaba a relatar sus problemas; mientras su
interlocutor lo miraba demostrando interés y atención.
Por supuesto, él
forastero ingenuamente veía en el príncipe interés y conmiseración.
Luego Absalón le
decía: "tus palabras son buenas y
justa, más no tienes quien te oiga de parte del rey". A continuación
daba rienda suelta a su plan oculto, manifestando el propósito principal de toda
esa demagogia o teatro, diciendo: “¡Quien me pusiera por juez de la
tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocios, que
Yo les haría justicia!” Cuando alguno deslumbrado por todo este trato se
acercaba para inclinarse, él le extendía la mano, (pero no se limitaba a que le
besaran la mano) lo tomaba y lo besaba. De esta manera Absalón robaba el
corazón del pueblo de Israel.
Éste seguramente es
un tipo de la contrataciones inicuas de la cual habla en Ezequiel 28:16 “A
causa de la multitud de tus contrataciones Fuiste lleno de iniquidades, y
pecaste.” Posiblemente algo similar utilizó Satanás para soliviantar a esa
tercera parte de los ángeles para que se unieran a su causa, y rebelarse en contra
del Creador de todos; por algún motivo o mandato que Dios les había dado, como en el caso de Eva.
Todo ese trabajo
entre esos ángeles posiblemente era con el fin de ofrecerles una mejora en las
relaciones con Dios, con algún tipo de promesas. Acaso ¿no es ese el mismo
método usado por Satanás para encandilar y seducir? Así se nos revela en
Ezequiel. Siendo el mismo método que utilizó en el huerto de Edén con nuestros
primeros padres, el que puede transformarse en un ángel de luz, o haciéndose
pasar por Dios, como dice en 2Tes.2:4 “el
cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de
culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar
por Dios.”
Esta manera escénica
de actuar y su exaltación, son redes que atrapan a mucho, y de ser posible engañarían también a los escogidos con
sus milagros mentirosos. Pero el Espíritu de Dios que mora en sus hijos, por
tener la mente de Cristo, y el discernimiento que nos es dado, descubre sus asechanzas
para rechazar todo lo que no
proviene de Dios. Absalón continuaba en su plan de conquistar el corazón del
pueblo, y a todos los que llegaban a Jerusalén le decía lo mismo: “tus palabras
son buenas y justas”. No importando el
argumento, ya que el propósito no era el de juzgar con equidad, sino el de conquistar
el corazón del pueblo. Después de cuatro años, y teniendo ya un grupo de
cincuenta hombre con carros y caballos que corrían delante de él, decidió que
había llegado el momento de sublevarse.
Para tal fin se
presenta delante de su padre el rey y le pide permiso para ir a Hebrón (lugar
donde su padre fue ungido rey, y con el fin de repetir el rito eclesiástico) el
pretexto que le mencionó fue: el de pagar unos votos que le había
hecho a Dios cuando estaba exilado en Siria; donde se refugió después de mandar
a matar su hermano Amnón. Engañando así a su padre que creyó en sus palabras.
Para ese fin y con
anticipación había convencido al primer consejero de su padre, así que
mandó a llamar a Ahitofel Ghilonita, el cual no hesitó en acudir a su llamado
traicionando al rey. Ahitofel era muy amado por David y lo retenía como amigo,
también como el primero y más sabio de sus consejeros. Con esta unión la
conspiración se hizo poderosa y mucho pueblo se unía a Absalón. También envió
mensajeros por todas las tribus de Israel diciendo: “Cuando oigáis el sonido
de la trompeta diréis: Absalón reina en Hebrón. Mientras todo esto acontecía
dieron aviso a David diciendo: El corazón de todo Israel se va tras Absalón.”
Lo extraño de todo
esto fue, que David como experimentado guerrero al tener conocimiento de los
hechos no hesitó un solo momento para tomar la decisión de lo que era más
conveniente; bien sea para no provocar la muerte de muchos, y para evitar una
confrontación con su hijo. De manera que, el valiente guerrero intuyó que
Absalón no le perdonaría la vida, ni a él ni a los que con él estaban.
Así como buen
estratega intuyó que el momento no era propicio para iniciar una lucha en
defensa de su reinado, sino de huir para luego organizarse adecuadamente con
una defensa y estrategia más apropiada para ese caso específico; el problema principal
era que en esa conspiración, estaba involucrado su hijo al cual él amaba. Sin
embargo sabía que Absalón no hesitaría un solo instante en eliminarlo para
sentarse en su lugar.
Meditando en todos
estos acontecimientos, ¿no son acaso estos hechos un tipo de lo que Satanás aspiraba?
en Isaías 14:13-14 lo confirma al decir: “Tú que decías en tu corazón:
Subiré al cielo; (ese cielo de
Dios de luz inaccesible) en lo alto, junto a las estrellas de Dios, (que
posiblemente se refiera a los ángeles)
levantaré mi trono, y en el monte del testimonio
me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y
seré semejante al Altísimo”. (Los paréntesis se agregaron para
su respectiva explicación).
Este era el
propósito de este ser que estando en una posición tan privilegiada, como la que
tenía, y habiéndole Dios dotado de sabiduría, hermosura, perfección, y con un
inmenso poder, siendo superior a todos los ángeles. Con todo esto no supo
apreciar lo que se le había concedido, teniendo muy en poco la posición tan
elevada que tenía; habiéndole Dios dotado de todo eso no estaba satisfecho.
Fue así que comenzó
a trabajar para conquistar el favor de los ángeles con algunos ofrecimientos, y
luego probablemente pronunciaba la frase que revelaba su propósito: “quien me
pusiera por juez del universo”. Así decía Absalón “¡Quien me pusiera por
juez de la tierra! (nótese, lo que esconde esa frase, él no dice de
Israel sino de la tierra).
De manera que
Satanás se enalteció por su hermosura y poder que ostentaba, y quiso ser como
Dios. Realmente se apresuró, no llegó a conocer bien a su creador, ni sus
atributos, no sabía que Dios conocía lo más íntimo de sus creaturas, y por
supuesto todo lo que él estaba tramando. Como también Él conoce las intenciones
del corazón y los más íntimos pensamientos de cada uno de nosotros.
A través de la
actitud de Absalón, es como si la palabra de Dios nos quisiera mostrar, algo
que aconteció en un pasado remoto. Se trata de esa crisis que hubo en el cielo,
liderado por Satanás; antes que Dios creara al hombre y su hábitat la tierra. El
relato que leímos en Ezequiel 28, no puede en absoluto corresponder al rey de
Tiro, sino que nos quiere revelar algunos detalles de esa rebelión como
viéndolo a través de un velo; como en la actitud de este Joven Absalón en relación
al rey su padre y progenitor.
La similitud. A este príncipe
tampoco le faltaba nada, era amado por su padre y por ser hijo del rey tenía
una posición privilegiada. Su aspecto era el de un hermoso príncipe como ningún
otro de sus hijos, era inteligente y planificador a largo plazo; como en el
caso de Ammón su hermano, (por parte de otra esposa de David) que lo mató
después de dos años de haber deshonrado a su hermana Tamar.
Aunque Absalón tenía
todos estos privilegios no estaba satisfecho, quería más, y quiso tomar el
lugar de David su padre, queriendo sentarse en su trono. Lo único que no
calculó bien fue: Pensar que se estaba enfrentando únicamente a su ya viejo
padre, y no tomó en cuenta para nada a Dios, el que disponía del trono. No
pensó para nada, que por encima del rey, estaba Aquel que ordenó y envió a
Samuel para ungir a su padre como regente
de Israel; aun cuando Saúl primer rey de
Israel, estaba aún reinando.
Absalón estaba como Saulo
de Tarso “dando coces contra el aguijón”, y evadiendo a Dios, que quita y pone reyes. Por
otra parte David, por la unción que tenía y conocedor del carácter y las
intenciones de su hijo, tomó la decisión más apropiada para ese momento, no
enfrentar a su hijo por ahora dejando así que siguiera con su plan.
Luego al conocer
David que su principal consejero Ahitofel también lo había traicionado,
entendió que la rebelión era firme, él sabía lo sabio de ese hombre en dar sus consejos, y ésta vez esos acertados
consejos serían en su contra. Así que, se dirige al único que podía ayudarle y
con una corta oración dijo: “Entorpece oh
Jehová, el consejo de Ahitofel.” Luego habló y le dio instrucciones a
Husai, otro de sus consejeros que se mantuvo fiel y le seguía, para que
regresara y se presentara a Absalón diciéndole: “Rey yo seré tu siervo
como hasta aquí lo he sido de tu padre, así seré siervo tuyo; luego añadió:
Entonces tú harás nulo el consejo de Ahitofel.”
Guiado por Dios,
David había comenzado la ofensiva introduciendo una persona de confianza, en el
nivel más alto de las filas del enemigo, justo en el sitio donde se tomaban
importantes y estratégicas decisiones.
No se sabe mucho
sobre Ahitofel, este infiel consejero que corrió hacia el Príncipe, pero él dio
dos consejos: El primero, de allegarse a las concubinas que su padre había
dejado, el cual fue aceptado. El segundo consejo era un arma de doble filo para
Absalón mismo, porque Ahitofel se ofreció para llevar a cabo la misión de
acabar con David, cosa que lo beneficiaría más a él, que al futuro rey. Ya que
al matar al experimentado y guerrero rey mucho más fácil hubiera sido matar al inexperto
hijo.
Si esa era la
intención se desconoce pero esto fue lo que aconsejó: “Yo escogeré
ahora doce mil hombres, y me levantaré y seguiré a David esta noche, y caeré
sobre él mientras está cansado y débil de manos, lo atemorizaré, y todo el
pueblo que está con él huirá, y mataré al rey solo.” Este plan en un
principio pareció bien a Absalón y a los ancianos de Israel, pero, ¿qué hubiera
pasado si Ahitofel llegara a matar a David? ¿Quién resultaría beneficiado de
ese acto él o Absalón? Si él fue capaz de matar a David, que era un experto
guerrero, cuan fácil hubiera sido eliminar al inexperto hijo, y quedarse él con
el reino.
Pero al pedir Absalón una segunda
opinión del igual sabio Husai, este
desbarató el muy acertado consejo de Ahitofel, Diciendo: que el consejo que
había dado "Ahitofel esta vez no era bueno”; y después de dar algunos
motivos, y resaltar las experiencias de David y sus estrategias para huir, le
aconseja a Absalón que reuniera a todo Israel, tanto como la arena del mar y
que él mismo fuera a la batalla; tocando así las fibras del orgullo y ego del
nuevo rey. Este plan les pareció mejor a Absalón y a sus ancianos, porque Dios
había ordenado que el acertado consejo de Ahitofel se frustrara.
Por supuesto que el
vanidoso ídolo de las multitudes mordió el anzuelo de la gloria. En sus
pensamientos Absalón se diría: “Claro, tú tienes que ser el héroe del pueblo,
un gran pueblo, un gran héroe, y un gran rey”, y aceptó el consejo de Husai. El
sabio Ahitofel al saber que su plan fue rechazado, rápidamente vio el fracaso
del nuevo plan y lo que le esperaría por haber traicionado al rey David; así
que ensilló su asno, se fue por donde vino, ordenó su casa y se ahorcó.
Fue así que Absalón
reunió a todo Israel y pasó el Jordán, poniendo como jefe del ejército a Amasa;
y acamparon en la tierra de Galaad. Al mismo tiempo David pasó revista al
pueblo que tenía con él, y comenzó a organizarse para la batalla que vendría,
avisado por Husai de lo que aconteció en el consejo de ancianos, y el plan que
él sugirió y fuera aceptado. David dividió su ejército en tres grupos bajo el
mando de Joab, Abisai e Itai dando los lineamientos a sus tres generales; luego acotó de tratar benignamente por amor a él mismo, al
joven Absalón. Ya presentía que la batalla estaba a su favor, y que el rebelde
no prevalecería por su falta de experiencia en la guerra, y por supuesto sería
vencido.
La palabra de
Dios dice que Absalón tenía una hermosa y abundante cabellera, que al cortársela una vez al año, porque esta
llegaba a fastidiarle, el peso del cabello era más de dos Kilos. Se supone que
para ese momento de la batalla tenía su pelo largo. La batalla no duró mucho
tiempo, la experiencia del ejército de David y sus generales, no se podía
comparar con un grupo improvisado de guerreros y con un líder inexperto. Lo
cierto es que: “Absalón se encontró ante
los siervos de David. Y Absalón iba montado en un mulo, y al pasar el mulo por
debajo del ramaje de un gran roble, se le enredó fuertemente la cabeza en el
roble, y “quedó suspendido entre los cielos y la tierra, “y el mulo que tenía
debajo de sí, siguió adelante.” Según 2Samuel18:9
Esta expresión es muy significativa y digna de
reflexión, su significado real está algo velado; tiene una doble enseñanza, que
está reservada para aquel que quiere escudriñar y profundizar un poco más. Si
nosotros tuviéramos que relatar y escribir ese hecho diríamos: Que a Absalón se
le enredó su abundante pelo, en una maraña de ramas quedando colgado por el
pelo entre las ramas de ese roble y el suelo. Ya que en todo caso entre el
cielo y tierra se encontraban esos chaparros, o ramas de ese roble y no Absalón.
Razón por la cual se
supone que la palabra quiere enseñarnos algo más, con esa expresión que dice: “él quedó suspendido entre cielo y tierra",
vinculándolo posiblemente con el otro rebelde celestial, Satanás, que fue
echado de ese lugar del trono y morada
de Dios y la tierra; de esa morada de luz inaccesible del “cielo de Dios”.
Su actual sitio de acción, es un lugar
intermedio entre esas piedras de fuego del trono de Dios y la tierra. De donde
en el futuro será también echado a la
tierra al producirse una gran batalla entre él sus ángeles, y los del Arcángel
Miguel como lo relata Apo12:7
Que dice: “Después
hubo una gran batalla en el cielo:
Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no
prevalecieron, ni se halló ya lugar para
ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña
al mundo entero; fue arrojado a la tierra,
y sus ángeles fueron arrojados con él. Entonces oí una gran voz en el
cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder,
y el reino de nuestro Dios, y la
autoridad de su Cristo; porque ha sido
lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
En Ezequiel 28:16 lo explica claramente dando a entender que
Satanás fue arrojado de un lugar superior, a otro inferior, luego en el futuro será
echado de ese lugar donde ahora reside en el cielo, a la tierra. Y por último será enviado al lugar que fue preparado
para él y sus ángeles, en el lago de fuego.
El simple hecho que en el futuro será echado fuera del cielo a la
tierra, nos da a entender que en este momento todavía está en ese estado intermedio entre “cielo y tierra”. En
el 28:16 lo aclara diciendo: “A causa de
la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo
que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego,
oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura,
corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra;
delante de los reyes te pondré para que miren en ti.”
Cuando la palabra refiriéndose
a Satanás nos dice: “yo te eché del monte
de Dios y te arrojé de entre las piedras del fuego”. Posiblemente quiere
enseñarnos que se trata de ese monte dónde están esas piedras de fuego, que es el
lugar donde mora Dios en el más alto cielo. Ese lugar que el apóstol
describe en 1Timoteo 6:16 diciendo: “el
único que tiene inmortalidad, que
habita en luz inaccesible; a quien
ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio
sempiterno.” Ese lugar tiene que estar más allá de ese tercer cielo.
Entre los hermanos
se ha difundido que hay tres cielos y en ese tercer cielo está el trono de Dios
el Padre. Cosa que no se ajusta a las cosas que están escritas, por ejemplo, el
apóstol Pablo nos dice que él estuvo en el tercer cielo y allí en el paraíso
donde Jesús trasladó los que estaban en el Hades en el seno de Abraham. Ahora
si Jesús estuvo allí con ese grupo de redimidos y ese lugar se encuentra en la
presencia del Padre, ¿cómo es que al resucitar le dice a Miriam no me retengas
porque no he subido todavía al Padre?
Queda claro que hay
algo que no concuerda entre el paraíso que Jesús le prometió al malhechor, el
tercer cielo y paraíso donde Pablo fue arrebatado, la estadía de Jesús en espíritu en ese sitio cuando
los instaló; y lo que le dice a María de Magadala que tenía que subir al Padre.
Quedando claro que el trono y presencia del Padre no está en ese lugar de
tercer cielo, ya que habiendo estado allí con todos los redimidos ahora le
revela que todavía no había subido al Padre. Con esto se quiere llegar a la
conclusión que hay un lugar aún más
sublime que ese tercer cielo que visitó el apóstol Pablo, de luz inaccesible
donde está el trono de Dios.
En ese monte de Dios
y entre esas piedras de fuego donde tenía acceso también Satanás como querubín
protector del trono. Al pecar, Dios lo echó de ese sitio a uno menor, no
especifica a cuál de los cielos, sólo se puede pensar que sea el segundo.
Quedando entre el primero que es nuestra estratosfera y el tercero donde está el
paraíso la nueva morada de todos los que esperan ser revestidos.
Resta decir que Satanás
y sus ángeles están todavía en algún lugar de esa inmensidad del cielo de los
cielos; de donde será arrojado a la tierra en el futuro; ya que al ser arrojado
del monte de Dios fue la primera sentencia, ahora falta la segunda.
Pero veamos lo que nos
enseña la palabra de Dios al respecto ya que luego a su debido tiempo vendrá la
segunda sentencia dada por Dios, en el verso Ez 28 verso 16 que dice: por lo que yo te eché del monte de
Dios, y te arrojé de entre las piedras
del fuego, oh querubín protector. Es
de notar que esta primera sentencia el verbo está en tiempo pasado. En cambio en la segunda dice: “Se
enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa
de tu esplendor; y te arrojaré por tierra.” Teniendo esta frase el verbo en futuro.
Este evento de ser
arrojado del cielo a la tierra en efecto acontecerá al inicio del período de la gran tribulación como dice en
Apo12:7: “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus
ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no
prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera
el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles
fueron arrojados con él.” Por estas
afirmaciones no se puede pensar que su morada está aquí en la tierra, como
algunos piensan, porque todavía no ha llegado ese momento en el cual será
echado del cielo.
Entonces ¿Dónde está?
Entonces ¿Dónde está?
La respuesta se
encuentra en la frase del relato del otro rebelde Absalón como un símil de
Satanás: el cual “quedo
suspendido entre cielo y tierra”. Está por ahora en suspenso en ese
lugar secundario, posiblemente en el
segundo cielo; Ya que el apóstol Pablo al visitar el tercero no menciona haber
visto a Dios ni a Satanás con sus ángeles. Se supone que él estará luchando
para conservar ese sitio, ya que mientras permanezca allí, todos ellos están
seguros y lejos de juicio. Eso será hasta que llegue el tiempo establecido por
Dios, donde Jesucristo tomará el control de todos los cielos y lo expulse de
ese lugar definitivamente arrojándolo a la tierra, como vimos anteriormente.
Ese cielo, donde se
mueven Satanás y sus ángeles, seguramente no es el cielo que nos cubre, nuestra
estratosfera sino uno superior. Sin embargo se entiende que él tiene acceso
cuando Dios se lo permite o sea necesario, a ese cielo donde Él mora.
El relato de Job lo aclara, cuando en dos ocasiones que se reunieron los hijos de Dios, entre
ellos se encontraba Satanás; ese pasaje de la palabra lo confirma. Como el otro
pasaje donde dice que él nos acusa
delante de Dios; para esa acción se
entiende que es necesario dialogar con Él. Como dice en Apo 12:10 “porque ha sido lanzado fuera el acusador de
nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.”
Por lo que concierne
a la tierra no solamente anda por ella, sino que de acuerdo con el ofrecimiento
que le hizo a Jesucristo, la tierra y todo lo que en ella hay está bajo su
autoridad. En Lucas 4:6 el diablo le dijo a Jesús: “A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me
ha sido entregada y a quien quiero la doy, si tú postrado me adorares todos
serán tuyos.” Gracias a Dios que por medio de Jesucristo que ha pagado
el precio del rescate con su vida, ya una gran parte de la humanidad que le
pertenecía a Satanás ya no le pertenece más a él, habiendo Jesús pagado con su vida el precio del rescate.
Muerte de Absalón.
Retomando el relato
de Absalón, estando en esa posición colgado por el cabello fue reconocido por
los soldados de David, y contradiciendo la orden del rey le dieron muerte.
Cuando David supo de su muerte, lamentó profundamente esa pérdida. Así lo
relata en 2 Samuel 18:33 su lamento: “Entonces el rey se turbó, y subió
a la sala de la puerta, y lloró; y yendo, decía así: ¡hijo mío Absalón,
hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quien me diera que muriera yo en lugar de ti,
Absalón hijo mío, hijo mío!”.
Esta endecha o actitud
de David es muy significativa, y humanamente extraña. ¿Cómo es posible que un
hombre a sabiendas que alguien, aunque fuera su hijo, lo persigue para eliminarlo,
pueda lamentar tan intensamente la muerte de su enemigo, cuyo único fin era
quitarle la vida para destronarlo? Y ahora exterioriza ese lamentarlo tan
profundo, hasta el punto de haber preferido su muerte a la de él.
Para poder entender
esa actitud, debemos regresar a ese momento de la historia cuando el rey Saúl
desobedeció lo que Dios le había ordenado, y Samuel le dijo al rey que por esa
desobediencia ya su reino no sería permanente. Y en 1Sa.13:14 le dice: “Más
ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme
a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su
pueblo.”
Por medio del
lamento de David, y su reacción por la muerte del hijo rebelde, la palabra quiere darnos a entender: primero que Dios no
se alegra por la muerte del pecador, ni por los que se rebelaron en su contra, liderados
por Satanás. Y segundo que ese hecho le
ocasionó un dolor muy intenso que lo expresa
por una parte con esa palabra “endecha”.
Y luego con el relato de la actitud de David, que tenía un corazón “conforme al
de Dios,” con el dolor que le causó la noticia de la muerte de su hijo Absalón,
“el contendor del trono”, que es una alegoría que nos quiere revelar, el
dolor que le causó a Dios, la rebeldía de Satanás y sus ángeles.
Esta no es una
conclusión que se da por una deducción lógica, sino que la misma palabra lo
declara en Ezequiel 28:12 cuando Dios le dice a Ezequiel: “Hijo del hombre levanta endechas sobre el
rey de Tiro.” Esta palabra “endecha”, tiene el significado de una
angustia muy intensa que los Israelitas manifestaban por la pérdida de algún
ser querido. Por eso que a través de la reacción de David, la palabra nos
quiere transmitir el dolor que le produjo a Dios, el pecado cometido por
Satanás y los ángeles que lo siguieron. Como también lamenta la muerte de todo
pecador. En Ezequiel 28:23 lo confirma al decir: ¿Quiero yo la muerte
del impío? Y en el 32 dice: Porque no quiero la muerte del que muere, dice
Jehová el Señor.
Todos los detalles
expuestos, nos dan una idea de cómo Dios por medio de relatos de hechos
acontecidos en esta vida, da a entender
lo que aconteció en un pasado remoto. Podríamos preguntarnos ¿Por qué este
método, y no una clara explicación de lo que aconteció? se podrían dar algunos motivos, sin embargo solo serían suposiciones.
Uno de ellos podría ser, la manera limpia de obrar por parte de Dios, para no
tener ventajas sobre su enemigo Satanás, al revelar todos los detalles de lo
acontecido.
Lo que sí la biblia nos revela es: que hay una lucha continúa en el cielo entre las fuerzas del amor y del bien, y las fuerzas del mal. Al parecer Satanás abriga la esperanza de obtener al final, una victoria sobre algunas promesas hechas por Dios a su pueblo Israel, para desacreditarlo delante de toda la corte celestial, para decir que tenía razón.
Lo que sí la biblia nos revela es: que hay una lucha continúa en el cielo entre las fuerzas del amor y del bien, y las fuerzas del mal. Al parecer Satanás abriga la esperanza de obtener al final, una victoria sobre algunas promesas hechas por Dios a su pueblo Israel, para desacreditarlo delante de toda la corte celestial, para decir que tenía razón.
De allí los varios intentos de destruir
a ese pueblo y evitar su redención, tales como, la muerte de Abel, pensando que
él era el que redimiría al hombre hiriéndole en la cabeza. La contaminación del ADN de la raza
humana en los días de Noé que causó el diluvio.
Por medio de Atalía trató de destruir la línea real de David por donde
vendría el Mesías en 2 Crónica 22:11 lo
relata diciendo:”Y no quedó ninguno de la casa de Ocozías capaz de
retener el reino. Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había
muerto, se levantó para exterminar a toda la estirpe real de la casa de Judá.
Pero Josabet, hija del rey, tomó a Joás,
(un bebé, el único que quedaba de la línea de David y lo escondieron en el templo) hijo de Ocozías, y se lo llevó furtivamente
de entre los hijos del rey que estaban siendo asesinados y lo escondió
juntamente con su nodriza en uno de los aposentos. Así Josabet, hija del rey
Joram, mujer del sacerdote Joiada, la cual era hermana de Ocozías, lo escondió
de Atalía, y ella no pudo darle muerte.
Luego
la eliminación del pueblo Judío organizado por Amán, que
había sido honrado por el rey Asuero, como se relata en el libro de Ester; al ser este honrado por Asuero todos los siervos del rey lo
reverenciaban y se inclinaban al pasar Amán, menos Mardoqueo que era Judío. Al notar esa actitud, cuando supo que era
judío y notando que no se arrodillaba en su presencia; llenándose de ira y por
vengarse de él, procuró con un mandato del rey destruir a todos los judíos del
reino. Pero no le dio resultado alguno, por el contrario pereció en la misma
horca que había preparado para matar al judío Mardoqueo.
Otro intento fue con el hambre en los siete años de
abundancia y carestía en Egipto, en el
tiempo de Jacob, donde sus hijos
tuvieron que acudir a Egipto por
alimento; pero Dios de antemano había
preparado a José para alimentarlos.
Al nacer Jesús sabemos trató de eliminarlo con la matanza de los niños
por orden de Herodes. Luego siendo él adulto lo tentó al ofrecerle todos los
reinos de este mundo por pertenecerle, también sin resultado alguno.
En la dispersión, y bajo el régimen nazi, intentó
nuevamente eliminar a Israel donde murieron unos seis millones de ellos. Aunque
los mencionados son solo algunos, todos los
intentos no han tenido el resultado que él esperaba; Y ningún otro tendrá éxito en el futuro. Todas
estas tentativa no tuvieron éxito, pero
él no se da por vencido y seguirá luchando tratando de desacreditar a Dios
delante de la corte celestial. Falta ahora un nuevo intento cuando en el
futuro, donde él reunirá a todas las naciones para eliminar
a Israel donde Dios intervendrá
con una plaga, que los ojos y la lengua se le va a deshacer tanto a los hombres
como a los animales,
Por supuesto que hay
otros motivos y argumentaciones que Dios no ha revelado, tal es el caso de
Daniel que por veintiún días no fue posible que se le diera la respuesta
Divina. En este caso no sabemos cuáles eran los argumentos que esgrimía Satanás
para impedir que el ángel de Jehová (Jesucristo) le diera el mensaje que Daniel esperaba recibir de parte de Dios; pero fueron tres semanas de lucha,
posiblemente esa firme persistencia de Daniel en la oración fue lo que prevaleció para
derrotarlo. Lo que pasó no lo sabemos
pero lo que sí es cierto es que: aun estando él vencido, todavía se aprovecha
de ese poder e inteligencia que Dios le concedió en el principio para luchar en
contra de su creador.
Luego el ángel le
dice a Daniel que tenía que volver para pelear con el rey de Persia y luego vendría
también el rey de Grecia. En otras palabras la pelea en el cielo es continua y
seguirá hasta que Satanás y sus ángeles sean echados del cielo a la tierra
donde se desarrollará la última batalla
del “conflicto de los siglos”; ya que no sabemos el tiempo o la edad de
su creación ni la de su rebelión. Pero sabemos que los
creyentes los hijos de Dios un día estaremos en ese lugar del “cielo de Dios “,
juntos con todos los que alaban y glorifican a ese Dios tres veces santo. Amen
así sea.
Aggeo Palumbi
octubre 2009, Revisado Agosto 2015
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