Material de estudio para leer: (Mat 24) Mayo
2013 revisado 2015/17
En todo tiempo y
como una cosa normal, en el hombre reside una curiosidad de saber algo sobre el
porvenir. En efecto, un día los discípulos se le acercaron al Señor con el
deseo de saber sobre las señales que precederían su regreso a esta tierra,
después de Él subir al cielo.
En Mateo
24.3-8 dice: “Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los
discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del
siglo”? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre,
diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores
de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto
acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y
reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes
lugares. Y todo esto será principio de dolores”.
Luego de dar
varios detalles con el fin de contestar esas preguntas, en el verso 30 añade: “Entonces
aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas
las tribu de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las
nubes del cielo, con poder y gran gloria.”
Ya casi al
concluir les da una última señal, que a la verdad sería más para instruirnos a
nosotros en este siglo XXI, que para ellos en ese momento. Sin
embargo esa frase quedó grabada en la mente de muchos de ellos por su
importancia; ya que aparece en tres de los cuatro evangelios. Esta
se encuentra en Mateo 24.34, Marcos 13.30, y Lucas 21.32 que dice: “De cierto
os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.” Esa
repetición en los tres evangelios, nos da a entender el impacto y la
importancia de esa afirmación y la expectativa que produjo en la mente de los
discípulos, que estaban alrededor de Él escuchando esas profecías. Ya que
para muchos de los oyentes, eso significaba, que posiblemente presenciarían ese
glorioso regreso del “Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria”.
Está claro que en
ese tiempo todavía no se había formado su iglesia, y esas palabras no eran para
los creyentes de la fe en Jesucristo, sino para los de su pueblo Israel. Pero
¿realmente esa generación vería a Jesús venir en las nubes donde todo ojo
podría contemplar ese espectáculo glorioso? No, nadie de los que allí
estaban llegaría a contemplar ese evento. Ya que faltaba todavía uno dos mil años para su
realización, y hasta la fecha no ha acontecido todavía. Entonces viene la
pregunta: ¿A cuál generación se refirió Jesús? Ciertamente no era la de los que
habían escuchado esa profecía; sino para otra generación de Israel que se
explicará más adelante.
Aunque ciertamente
esa afirmación pudo impactar a mucho de ellos, esas palabras se difundieron de
tal manera que posiblemente, fue la chispa que les hizo pensar en el
pronto regreso del Maestro; no mucho tiempo después de subir al cielo para
establecer el reino eterno de Dios. La expectativa era tan grande que
comenzaron a convivir unidos, aun repartiendo los bienes que tenían, como en
una sola familia de Dios. Realmente esas palabras no eran para ellos, sino para
la actual generación de Israel del siglo XXI. Para la generación que se formó,
después de terminar la dispersión son los que lo verán venir en las nubes; como
lo vieron cuando se fue al cielo.
¿Nos hemos
preguntado alguna vez, a cuál generación se estaría refiriendo el Señor,
cuando pronunció esa frase? Ya que unos cuarenta años después de Jesús
subir al cielo, ya Israel no existía como nación debido al asedio de los
romanos y donde se cumplió la profecía dicha por Jesús, que del templo no
quedaría piedra sobre piedra que no sería destruida. Esto se realizó fielmente
con el general Tito en el año 70 después de Cristo.
De allí comenzó
la dispersión hasta el año 135, donde un remanente Judío se rebeló nuevamente
contra el imperio romano. Insurrección que fue derrotada en la
llamada “Rebelión de Bar Kojba.” Desapareciendo así Israel
como nación hasta la ulterior creación del Estado de Israel en 1948. De esta manera Israel estuvo más de unos
1800 años sin existir como estado. Como se puede notar esas enseñanzas no podían
ser para la generación de ese momento.
Entonces viene la pregunta: ¿a cuál progenie
se estaba refiriendo Jesús al decir que no pasaría esa generación
hasta que todo lo que dijo acontecería? Como vimos en el 24:30 que dice:
“Y que entonces aparecerá la señal del Hijo del
Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribu de la tierra, y
verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.”
Por la historia,
y como se expuso anteriormente, sabemos que antes de finalizar esa generación,
ya la nación de Israel había dejado de existir; razón por la cual es
lógico pensar que esas profecías no podían ser de ninguna
manera para esos discípulos que estaban siendo enseñado en
ese momento, acerca de los acontecimientos finales y de su regreso corporal a
este mundo, donde todos los verían.
Si esas profecías no fueron para los de esa
época, por las razones que se han expuesto, entonces hay que buscar su
aplicación para otra generación. Pero antes de desarrollar este tema, démosle
un repaso a las señales que Jesús nombró.
Mateo 24:4 “Jesús respondió y les dijo:
Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre diciendo: Yo soy
el Mesías, y a muchos engañarán. Y estaréis destinados a oír guerras y alarma
de guerras. Mirad, no os alarméis, porque así debe acontecer; pero aún no es el
fin. Porque será levantada nación contra nación y reino contra reino, y habrá
hambres y terremotos en diferentes lugares. Y todas estas cosas serán el
principio de los dolores de parto.”
Haciendo un pequeño resumen de esas
advertencias tenemos: 1) la aparición de falsos cristos, 2) guerras y rumores
de guerras, 3) nación contra nación, 4) reino contra reino, 5) hambre, 6)
terremotos en diferentes lugares, 7) pestilencias y otros. ¿Cuál es la
situación mundial en este tiempo del siglo XXI o 2016 en el cual estamos
viviendo?
FALSOS CRISTOS.
Acerca de estos usurpadores de identidad,
actualmente en el mundo hay por lo menos tres de ellos que dicen ser la
personificación de Jesucristo; en efecto, estos falsos cristos están
actuando en este mundo, y todos ellos con miles de seguidores que están
convencidos que se trata del propio Jesucristo. No sin razón el Señor avisó
para alertar a los simples del pueblo; pero por el resultado, parece ser que lo
que Él dijo, de nada les ha servido o simplemente lo omiten; porque si la
palabra de Dios no se lee y se medita en ellas, las advertencias de nada
sirven.
En un reportaje de la revista National
Geográfic, salió que hay tres hombres que han manifestado ser Jesucristo en
persona. Estos son: un tal Apollo Quiboloy en Filipinas, un
tal David Shayler, en Inglaterra y otro Sergey Torop en
Siberia. Aunque en ese reportaje no lo menciona, para esa fecha había otro más,
un tal José de Jesús Miranda de Puerto Rico, que ya
partió de este mundo para rendirle cuenta a Dios de esa supuesta
identidad.
José Luis de Jesús Miranda, de Ponce, Puerto Rico, fue un polémico predicador religioso
y empresario
adicto a las drogas, radicado en Miami, Estados Unidos. Conocido con los alias de Apóstol, Doctor, Papá, Dios,
principalmente como Jesucristo Hombre y Papi.
Fue el fundador y líder de la secta
religiosa Creciendo en Gracia registrada como Ministerio Internacional
Creciendo en Gracia, Inc. con sede en Miami. Por cierto que ahora su viuda se
proclamó el Arcángel Miguel.
Otro es un tal Sergey Torop, un ex
policía de tráfico, un ruso, que dice haber “renacido” como Visionario, de
Jesucristo, pero señala que no es “Dios”, pero si es la “palabra de Dios”. Ha
fundado la Iglesia el Último Testamento. En 1990 se trasladó al sur de Siberia,
donde vive con sus discípulos en el Eco polis, una comunidad espiritual. Se
dice que tienen varias esposas y 10.000 seguidores en todo el mundo.
David Shayler: Un ex
agente inglés del servicio secreto M-I5 que en el verano de 2007, proclamó ser
el Mesías. El “descubrimiento” de la nueva identidad se señala que un espíritu
se le apareció y le dio la noticia. Desde entonces solo camina descalzo y con
ropa blanca. Aboga por el uso de drogas como algo espiritual. Lanzó una serie
de videos en YouTube, donde pretende ser Jesús. Vive en una comunidad con pocos
seguidores semi nómadas, en casas vacías que ocupan en el interior de
Inglaterra.
Otro más: Apollo Quiboloy, es el líder
fundador y Pastor Ejecutivo del Reino de Jesucristo, El nombre
sobre todo nombre, fundada el 1 de septiembre de 1985. Él comenzó a
predicar en los barrios bajos de Villa mor, Ajado, Davao City con sólo 15
miembros. Ha recibido muchas críticas a sus pretensiones de ser el
"Hijo Nombrado de Dios". Fue candidato a las presidenciales de
Filipinas llegando en el cuarto lugar con 4 millones de votos. La Catedral
principal de la secta se encuentra a lo largo de la Carretera Nacional Guañín
en Davao City Filipinas.
GUERRAS Y RUMORES DE GUERRAS.
Sabemos que
siempre han habido guerras, sin embargo en estos últimos tiempos, a parte que
han aumentado de número se están utilizando armas de destrucción masivas;
con el fin de disminuir la población, por la locura de adueñarse de este
mundo. En estos momentos hay guerra en Afganistán, Irak, Siria, Libia,
Yemen, y Ucrania, y en la mira con rumores de guerra está la nación de
Irán, Rusia, y Venezuela.
EL HAMBRE.
Las estadísticas nos informan, que Cada 15 segundos
muere un niño de hambre. Esta es la campaña de un grupo de ONG que está
pidiendo a los líderes del G8 más ayuda para las familias más pobres del mundo.
Ya que siendo 4 por cada minuto da un promedio de 240 por hora. Sin
contar los adultos que mueren por la misma causa.
Ni hablar de terremotos en diferentes
lugares y el comportamiento de la naturaleza, con
torrenciales lluvias que producen inundaciones de pueblos y ciudades,
deslaves con cantidades de muertos, y terremotos en diversos lugares; incendio
de bosques, erupciones volcánicas cubriendo de ceniza los sembradíos y
pasto de los animales. Sin contar las muertes causadas tanto por el calor,
como por el frio excesivo durante el invierno. Causando estas calamidades las
pérdidas de cosechas.
Mientras
todo esto acontece en varias naciones, en otros sitios tenemos que no
está lloviendo, y la sequía, aparte de causar un desastre ecológico
e higiénico, contribuye a la falta de producción de alimento en los campos, y
en consecuencia el hambre está haciendo estragos en esas naciones, tanto de
vidas humanas como de la fauna silvestre. Estamos llegando a lo que dice en
Apocalipsis 6:6 “Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes,
que decía: Dos libras de trigo por un denario.” O sea traduciéndolo a lo
que sería al día de hoy, tendríamos que el salario de un día de trabajo
serviría sólo para comprar un kilo de pan.
CORRUPCIÓN. A todo esto hay que agregarle una nueva realidad, que ayuda a empeorar la situación mundial, se trata de un grupo denominado, Club Bilderberg. Este grupo se reúne para determinar las estrategias a optar en este mundo, y cuáles son los países que hay que someter, ser ocupados, o deben ser oprimidos económicamente hasta someterlos; determinando los medios que se tienen que usar. Ellos controlan los bancos mundiales, que a su vez dominan los bancos centrales de las naciones; como las grandes corporaciones, y una gran parte de los medios de comunicación del planeta, con la promesa de facilitarles la propaganda de las corporaciones. Siempre y cuando estén al lado de ellos, difundiendo lo que el club determine y retirándola de no alinearse.
“El club, conferencia, grupo o foro
Bilderberg, es una reunión anual a la que asisten aproximadamente las 130
personas más influyentes del mundo, mediante invitación. En dicha invitación se
indica claramente la indumentaria que deben de llevar, precisando la
imposibilidad de utilizar calcetines blancos. 1 Los miembros de
este grupo se reúnen en complejos de lujo donde la prensa no tiene ningún tipo
de acceso, y sus oficinas están en Leiden (Holanda). El nombre de este club
procede del primer hotel en el que tuvo lugar la primera reunión, en los Países Bajos.” (Tomado de Internet)
Este grupo,
a su vez controlan las finanzas de los bancos centrales de las naciones.
Todo este sistema es con el fin de tener el control económico mundial.
Esto está ocurriendo en varias naciones, causando gran molestia al pueblo,
donde la falta de recursos por el desempleo, da lugar a continuas
rebeliones, huelgas en protesta por los despidos y la reducción de los
beneficios del pueblo. Acarreando malestares y hambre por la falta de
recursos financieros. Hoy día hay protestas del pueblo en la mayoría de
las naciones por las medidas impuesta por los grandes bancos.
Los creyentes
debemos tomar en cuenta todas estas cosas, no para lamentarnos o luchar en
contra de todo esto; sino para comprender que todas estas cosas nos están
indicando que el día de nuestra redención está cerca, y que estamos
llegando a una situación mundial insostenible. Se están abriendo las puertas de
la antesala de un colapso en cadena. En este momento es cuando se tienen que
abrir las páginas de la palabra de Dios, que nos hace sentir el
deber de advertir a la humanidad, como Noé en sus días de buscar el único
refugio seguro que es Jesucristo.
Volviendo al tema de lo que Jesús Advirtió.
Si esas profecías no eran para los que estaban
allí en ese momento, ni para esa época antes que Él muriera y ascendiera
al cielo desde el monte de los olivos. Como también por las razones expuestas acerca de Israel ya
que pocos años después dejó de existir
como nación por unos 1800 años; surge la pregunta: ¿para cual generación serían
esas señales que Jesús nombró en ese tiempo, antes que Israel fuera esparcido
entre las naciones del mundo?
Volviendo a tomar
el anterior argumento de lo que Jesús dijo, que no pasaría “esa generación
hasta que todas esas cosas acontecerían, “y verían al hijo del hombre venir en
las nubes”. Tenemos que tener claro en nuestra mente lo siguiente: Cuando
Jesús dejó este mundo, la palabra de Dios en el libro de los Hechos 1.11,
relata que dos varones con vestidura blanca le dijeron a los que estaban
presentes en ese acto de la ascensión: “Varones galileos, ¿por qué estáis
mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo,
así vendrá como le habéis visto ir al cielo”.
Si nos
preguntamos: ¿cómo lo vieron subir al cielo? el verso 9 lo relata
claramente diciendo: “Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo
ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos”.
Claramente todos lo vieron mientras físicamente se iba en una nube.
La mayoría
de ellos eran israelitas, y allí estaban muchos de los habían oído esas
palabras del mismo Jesús; las cuales se cumplirían para el mismo pueblo de
Israel; como para todos los demás viviente, pero eso sería en futuras
generaciones después de más de 1800 años que duró la diáspora. Luego en el año 1948
es según la historia que Israel fue restablecida de nuevo como nación.
Todo creyente,
aunque el que esté medianamente entrenado en la palabra debería saber
distinguir que ese regreso de Jesús en las nubes como le vieron irse en
el monte de los olivos, es algo que concierne, tanto al pueblo
de Israel como a todos los gentiles que vivan en ese momento histórico. Ya que
para los creyente en Jesucristo en el arrebatamiento de la iglesia, donde los
que murieron vendrán con el Señor resucitando primero, y los
fieles que estén en vida en ese momento será transformados, en un abrir y
cerrar de ojos, donde nadie tendrá la posibilidad de ver a Jesús.
Este evento del
arrebatamiento de la iglesia, se efectuará siete años antes de ese
regreso personal de Jesucristo a este mundo. El cual será
solo para la iglesia, y no será visible para el mundo, sino solamente
para los creyentes que tengan el sello del Espíritu de Dios. Como dice
en Efesios 4.30 “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el
cual fuisteis sellados para el día de la redención”.
En el
evento del arrebatamiento, el Señor permanecerá en el cielo (en el aire)
y le verán solamente los creyentes que iremos hacia Él; así
dice en 1 Tesalonicenses 4.17: “Luego nosotros los que vivimos, los que
hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.
Por lo que se ha
venido explicando las profecías de Jesús de Mateo 24, para el pueblo de Israel
fueron: “De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que
todo esto acontezca.” Nosotros deberíamos tener claro en
nuestra mente que no se estaba refiriendo a esa generación que estaba allí
presente, sino a una generación ulterior a la creación del nuevo Estado de Israel en 1948, después de la diáspora. Esa
sería la generación que vería, “al Hijo del Hombre viniendo
sobre las nubes del cielo, con poder y gran
gloria. Y esta es la generación que está viviendo en
este siglo XXI.
Como Jesús le
estaba hablando al pueblo de Israel, surgió la curiosidad, de investigar en
Internet cuál era la expectativa de vida de los nacidos en Israel; buscando en
esta dirección: (http://www.indexmundi.com/es/israel/expectativa de vida al nacer.html) allí se encontró lo que se deseaba saber, que el promedio de vida
de ese pueblo al nacer; para los hombres del pueblo hebreo es de: 78,88
años.
Esa información
de la expectativa de vida, concuerda con lo que dice Salmo 90.10: “Los días
de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con
todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos.”
Al leer los datos del Salmo al compararlos, con lo que Jesús dijo, y la
situación mundial por las cosas que se explicaron anteriormente, bien se
podría pensar que nos estamos acercando a ese día de su
regreso.
Ahora bien,
siempre debemos de tener presente una cosa: aunque se tenga que repetir. Cuando
se habla del regreso de Jesús a este mundo, que para el pueblo de Israel es el
Mesías, y el Madi para los musulmanes; se refiere a su regreso físico, en
el mismo sitio de donde se fue al cielo, y todo el mundo podrá
verlo. La palabra inclusive menciona el lugar exacto donde aparecerá y asentará
sus pies. En Zacarías 14.4 dice: “Y se afirmarán sus pies en aquel día
sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente “.
Mientras en el
arrebatamiento de la iglesia, acto que acontecerá siete años antes, de su
regreso físico, nadie le verá, porque permanecerá en el espacio, en el aire, y
solo lo verán los que serán arrebatados, que irán a su encuentro, como se
explicó anteriormente, siendo esto algo completamente distinto.
Lo que se explica
a continuación no se tiene que tomar como algo que acontecerá tal como se
enseña en este estudio, sino como una reflexión basada en la lógica, la cual
no siempre se puede aplicar a los planes y cosas tan profundas de nuestro
Dios.
Cuando el Señor
dijo: “De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto
acontezca”. Es lógico que no se estuviera refiriendo a esa generación que
le rodeaba y le escuchaba en ese momento, ni que serían ellos los que verían su
regreso en las nubes.
Con mucha
más razón, cuando después de casi cuarenta años, en el año 70 de nuestra era comenzó
un éxodo (diáspora) con la destrucción del templo y la invasión de Jerusalén
por el General Tito. Obligando a la casi totalidad de los judíos a huir
de Israel, comenzando un largo periodo de exilio conocido como diáspora.
Dispersándose así por todas las naciones.
Esa situación de
inexistencia del Estado de Israel duró por más de 1800 años. Hasta que en 1948
regresaron a su tierra y Ben Gurión declaró la independencia del
Estado de Israel. Durante todo ese tiempo, Israel no existía como nación,
y aún muchos de ellos todavía están viviendo en las varias naciones de este
mundo. Sin embargo sabemos que el año de 1948 el Estado de Israel declaró su
independencia, estando nuevamente en su sitio como nación. Así que
esa podría ser la generación a la cual se estaba refiriendo el Señor y no
aquella a la cual se le reveló esa profecía.
Bien, ahora
resumiendo tenemos que el Salmo 90 nos dice que la vida promedio del hombre
oscila normalmente entre los 70 y 80 años. Los investigadores y estadistas nos dicen
que el promedio de vida masculino del pueblo de Israel es de 78,88 años.
También sabemos que Israel tuvo su reinicio como nación en 1948. Como ya se ha
dicho la actual generación podría ser la
que verá “al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.”
RESUMIENDO.
Ya que esa nueva generación de Israel que reinició en 1948, no pasaría hasta
que lo verían venir en las nubes, estos parámetros nos invitan a
sumarle a esa fecha el promedio de vida de 78 años, (entre 70 y 80 del Salmo
90) y eso nos llevaría más o menos al año 2026. El número 78 es muy
probable ya que Jesús dijo que no pasaría esa generación. De manera que
esa sería la fecha aproximada que el pueblo de Israel vería su Salvador después
de los siete años de la gran tribulación.
Así que, después
de ese período de gran angustia aparecerá la esperanza de Israel y de todos los
pueblos de la tierra como dice en Isaías 63.1 “¿Quién es éste que viene de
Edom, de Bosra, con vestidos rojos? ¿Éste hermoso en su vestido, que marcha en
la grandeza de su poder? Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar.”
En ese tiempo todos podrán ver al Salvador y Rey de reyes posar sus pies
sobre el Monte de los Olivos en frente de Jerusalén de donde se fue al cielo.
Como dice en Zacarías 14.4: “Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el
monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente “.
¿SERÁ ESA TAMBIÉN LA FECHA PARA LOS CREYENTES?
Por supuesto que No, esa probable fecha del 2026 es únicamente para Israel y los gentiles
que vivan en ese momento. Para los creyentes tenemos que restarle los siete
años de la gran tribulación, ya que el arrebatamiento ocurrirá antes de ese
período. De manera que según los datos que nos ha dejado el Señor, y
tomando en cuenta ese 2026; al restarle 7 años, el rapto de la Iglesia podría
ocurrir alrededor del año 2019. Se entiende que con esto no se está dando una
fecha exacta, de lo que está únicamente en la mente de Dios. Solamente son cálculos
de acuerdo a lo que nos revela su palabra, versus los
acontecimientos habidos en el pasado y los del presente; y de acuerdo a los
varios escritos de su palabra.
Así que según
estos cálculos, Jesucristo podría regresar para su pueblo de
Israel en el año 2026 (siempre y cuando este mundo aguante hasta esa fecha). De
otra manera Dios acortaría el tiempo. Esto sería después de la gran
tribulación, cuando Jerusalén se encuentre acorralada por muchas naciones
y a punto de ser destruida.
Pero para
los creyentes no será así, porque seremos arrebatados 7 años antes de ese
tiempo, o sea que podría ser en el 2019, siempre y cuando se toma en cuenta el
promedio de 78 años. Luego si en lugar de 78 fuera por ejemplo 77 años;
tendríamos su regreso en el 2025. Por supuesto que el arrebatamiento, siendo 7
años antes sería en el 2018. Eso solo Dios lo sabe, pero seguramente Él nos
alertará como alertó a Noé antes del diluvio. Ya que al
acercarse el momento del diluvio, Dios le avisó siete días antes diciéndole: “Noé
entra en el arca con toda su familia.”
Como ya se dijo
anteriormente, no se tome esto como algo firme, sino solamente como una
reflexión o una teoría de alguien que cree firmemente en lo que dijo Jesús: Que
nadie sabe el día ni la hora, que está en su sola potestad por ser el Dios y
creador del plan macro para la humanidad. Al decir que nadie sabe el día ni la
hora nos ha dejado un espacio para meditar en el mes y el año. Y
como avisó con tiempo a Noé, podemos estar seguros que en su momento
su Espíritu que mora en nosotros, nos pondrá sobre aviso cuando llegue
ese momento. Como dice en 1 Tes 5:4 “Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día
os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.”
Es oportuno
recordar la manera como Dios actúa con los que son de Él. Ya que la
Biblia nos narra lo que aconteció en varios eventos similares, tales como
el diluvio en el tiempo de Noé, el castigo de Sodoma y Gomorra, cuando Elías
fue levantado al cielo; Dios advirtió anticipadamente a los que eran de
Él, a los que escogió desde antes de la fundación del mundo. En efecto a Noé lo
advirtió 7 días ante del diluvio, diciéndole en Génesis 7.4: “Porque pasados
aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches;
y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice. E hizo Noé conforme a todo lo que
le mandó Jehová”.
A Lot sobrino de
Abraham, los ángeles lo advirtieron la noche anterior a la destrucción de las
dos ciudades diciéndole en Génesis 19.12: “Y dijeron los varones a Lot:
¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes
en la ciudad, sácalo de este lugar; porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha
subido de punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para
destruirlo”.
Pero lo más
parecido a nuestro traslado al cielo, es el relato de Elías cuando fue
levantado al cielo en 2 Reyes 2. Donde un grupo de profetas de Betel le dicen a
Eliseo: “¿Sabes que Jehová te quitará hoy a tu señor de sobre ti? Y él dijo:
Sí, yo lo sé; callad”. Luego otro grupo de profetas de Jericó le hicieron
la misma pregunta, y Eliseo le dio la misma respuesta.
De los anteriores
relatos se deduce que tanto los profetas de Betel como los de Jericó junto con
Eliseo sabían que ese día Elías iba a ser quitado de este mundo. A todo esto se
añadirá lo que dice en Amós 3.7: “Porque no hará nada Jehová el
Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas”. Cuanto más a
nosotros que somos sus hijos y tenemos el Espíritu de Dios morando en nuestras
vidas.
Concluimos que
Dios seguramente, nos revelará la inminencia de ese evento donde iremos a su
encuentro en el cielo. Sin embargo seguirá siendo sorpresivo, para aquel que
contriste al Espíritu Santo con sus actitudes y para los incrédulos en general.
Pero no lo será por el creyente que anhela su regreso como dice e 1
Tesalonicenses 5.4 “Mas vosotros, hermanos, no estáis en
tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.”
Seguramente así
como Dios lo hizo con ellos, lo hará con nosotros. Tal vez no nos hablará
audiblemente como lo hizo con Noé y Lot, pero nos lo revelará en lo más íntimo
de nuestra alma. Porque él vive en nosotros y tenemos la mente de Cristo
la cual nos ha sido dada, desde el día que creímos, al ser sellados con su
Santo Espíritu. Como dice en Efe 1:13 “En él también vosotros,
habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y
habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa”.
El creyente
sabio, espera pacientemente en las promesas del Señor, ya que ningún creyente
está autorizado para dar fechas de su regreso.
Aggeo Palumbi,
mayo / 2013 revisado 2017 aggeop@gmail.com
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