martes, 12 de mayo de 2015

EVENTOS FUTUROS EN SU ORDEN

Este estudio está basado en los libros de Daniel y Apocalipsis. Donde en el 1.3 dice: Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca. El argumento de este tema abarca desde los días en que estamos viviendo, el arrebatamiento de la iglesia, la gran tribulación, el milenio y el inicio del día de Dios, con cielo y tierra nueva.  
             
Nota: En todas las citas bíblicas que aparecen en este estudio, solo se mencionará el libro, en aquellas que no pertenezcan al de Apocalipsis; de cuyo libro solo aparecerán los números. Las citas de los otros libros solo se mencionarán una sola vez, mientras se esté desarrollando el mismo tema y  no se trate de otro libro de la Biblia.

domingo, 10 de mayo de 2015

CENTRO CRISTIANO DE GUAYANA su historia

 Conozco, oh Dios, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos. Jeremias 10:23

En los primeros meses del año 1982 a raíz del retiro de la membrecía por medio de una carta, de varios hermanos y hermanas de la iglesia donde asistíamos, por incompatibilidad de doctrinas y actitudes; Dios puso en el corazón de los hnos. Aggeo Palumbi y Carlos Fushan, el deseo de visitar a estos hermanos, que habían recibido esa carta de retiro, con la finalidad de reunir a esta hermandad de Puerto Ordaz, Edo Bolívar.

sábado, 9 de mayo de 2015

ESTA GENERACIÓN NO PASARA

Material de estudio para leer:  (Mat 24)     Mayo 2013 revisado 2015/17
En todo tiempo y como una cosa normal, en el hombre reside una curiosidad de saber algo sobre el porvenir. En efecto, un día los discípulos se le acercaron al Señor con el deseo de saber sobre las señales que precederían su regreso a esta tierra, después de Él subir al cielo.


 En Mateo 24.3-8 dice: “Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo”? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores”.

¿SE PUEDE CREER EN LA BIBLIA?

La exposición de tu palabra alumbra y hace entender a los simples.           Salmo.119:130
La suma de tu palabra es verdad, Y eterno todo decreto de tu justicia          Salmo 119.160

Algunos tienen una opinión muy particular acerca de la Biblia, ya que dudan que sea verdaderamente la palabra de Dios escrita, para que el hombre pudiera guiarse en esta vida, acerca  de las cosas espirituales y el destino de su alma.  Afirmando que ella no es del todo fiable, dándole solamente un determinado porcentaje de fiabilidad, alegando que ella fue escrita por hombres y por tanto sujeta a errores. Aunque no especifican cuáles son esas cosas no confiables de ese supuesto porcentaje. 

miércoles, 6 de mayo de 2015

EL CREYENTE Y EL MÁS ALLÁ (EL COMPLETO)

Introducción. 

A este punto es donde el hombre tiene dos alternativas, una es la de creer que Dios envió a Jesucristo para salvarle, que murió y resucitó para su justificación. A este punto  la palabra de Dios le aconseja al hombre lo que tiene que hacer para salvar su alma; esto se encuentra en el libro de Romanos 10.8-10 diciendo: “Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”.

sábado, 2 de mayo de 2015

LOS HIJOS REBELDES DE DAVID

Proverbios 27:5 Mejor es la reprensión manifiesta que el amor oculto. -

Es interesante analizar la vida de tres de los varios hijos de David, rey de Israel, de los cuales Amnón fue su primer hijo, Absalón el tercero, y Adonía el cuarto. Los cuales perecieron en ese mismo orden.  Según lo relata la Biblia eran jóvenes muy atractivos en lo físico. Y seguramente eran también el orgullo de su padre, cosa que ciertamente permitió que ellos tuvieran un trato especial de parte del rey.

En un anterior escrito titulado “Absalón figura del lucero hijo de la mañana”, se quiso resaltar la figura de este príncipe de  imponente belleza y presencia, ya que así lo describe la Biblia en 2 de Samuel. Debido a su  intento, de destronar a su padre, se tomó como un tipo de Satanás, por esa rebelión que hubo en el cielo, antes que Dios reordenara la tierra actual y creara al hombre.

En este escrito se tratará  de enfocar, los motivos que indujeron a estos jóvenes, a comportarse  de  esa manera rebelde como lo hicieron. Las consecuencias de esos comportamientos son una advertencia, tanto para los padres  para tomar muy en cuenta la enseñanza y la corrección en la adolescencia; y en el diario vivir de la familia como tal. Por tal motivo, a continuación se expondrá acerca de la historia de estos tres jóvenes.

 Esto es con el fin de aprender,  y  aplicar  una  adecuada enseñanza para nuestros hijos, como también para proporcionarle un sano y ejemplar modelo de vida, de parte de los padres. Esto evitará en el futuro, problemas como los que acontecieron con esos tres jóvenes;  debido tanto al trato complaciente que tuvieron en el hogar, como  la falta de corrección a tiempo de parte de sus padres.
Es de esperar que todo esto sea un ejemplo, que nos sirva de enseñanza, a fin de no incurrir en los mismos errores, de manera que los padres puedan impartir una  adecuada  educación para sus hijos; sea en el temor de Dios, como al proporcionarle un adecuado y sano ambiente familiar, en estos tiempos difíciles en que vivimos.

Antes de continuar con este tema, es necesario ubicarnos tanto en el tiempo, como los motivos  y consecuencias de todos  los hechos que se relatan a continuación, que  ocurrieron en la familia de David, siendo Él un escogido de Dios como rey  de Israel.
Se podría asegurar, que las razones que motivaron esos hechos, están claros en la palabra de Dios; donde resaltan esas actitudes, muy leves  y sin reclamos de parte del rey hacia sus hijos.  Según lo que relata la palabra en 1Reyes 1:6  de cómo fueron levantados esos jóvenes,  sin una educación apropiada, en el temor de Dios, y una adecuada corrección en el tiempo oportuno. Donde  al referirse a uno de sus hijos, (Adonía)  la palabra de Dios  nos lo revela diciendo: Y su padre nunca le había entristecido en todos sus días con decirle:  ¿Por qué haces así?  Además,  éste era de muy hermoso parecer;  y había nacido después de Absalón.

Como también en todo eso, contribuyó  el bochornoso ejemplo del caso de David, y  su mal testimonio con lo ocurrido en el caso de Betsabé y su esposo Uría; causando que el nombre de Dios fuera blasfemado.

Después que el profeta Natán reprendió al rey,  le informó de parte de Dios, que ahora la espada, (es decir la muerte) no se apartaría de su casa. Actualizando esa  sentencia a las enseñanzas del Nuevo  Testamento, sería lo que dice en Gálatas 6:7: pues todo lo que el hombre sembrare,  eso también segará.” Había sembrado muerte y adulterio eso también segaría.

De modo que  el profeta Natán en 2Sa 12:9 le dijo a David: ¿Por qué,  pues,  tuviste en poco la palabra de Jehová,  haciendo lo malo delante de sus ojos?  A Urías heteo heriste a espada,  y tomaste por mujer a su mujer,  y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón. Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada,  por cuanto me menospreciaste,  y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer.”

Habiendo aclarado, esa ley bíblica de compensación, que  todo lo que el hombre siembra, eso también segará; se continúa con el desarrollo de este tema de los hijos rebeldes de David.    

El relato de los hechos y sus consecuencias.                                                                   La historia comienza en la localidad de Hebrón, antigua ciudad de Palestina,  donde David fue ungido como rey de Judá. En los siete años que reinó en ese lugar, le nacieron seis de sus siete hijos, el primero de ellos fue Amnón de su mujer Ahinoam, el segundo fue Quileab de su mujer Abigail, y el tercero fue Absalón, hijo de Maaca una extranjera hija del rey de Gesur de Siria. Y el cuarto, Adonía hijo de Haguit. No se mencionan los otros hijos por no formar parte del presente tema.

Maaca madre de Absalón tuvo también una hija llamada Tamar, y ella era muy hermosa, razón por la cual Amnón primer hijo de David, de su mujer Ahinoam, se enamoró de ella perdidamente  al punto de enflaquecer en su apariencia física. Fue  así que  por el consejo que le dio un amigo, que  fingiera de estar enfermo, con el propósito, que al visitarle su padre el rey, le pidiera que enviara a la joven Tamar para que ella le preparara algo de comer y se lo diera. 2 Sam 13:6 

Fue así que se acostó en su cama fingiendo estar enfermo. Al ser notificado David su padre, este  fue a visitarle, y Amnón le pidió que le enviara a su hermana Tamar para que le preparara un bocadillo. Todos inocentemente mordieron el anzuelo, así que el rey le dijo a su hija Tamar, que fuera y atendiera a su hermano enfermo para  que le preparara algo de comer.

Tamar, ignorando la trama preparó una comida al gusto de su hermano, y cuando ella se la llevó,  estando solos en el cuarto, la forzó para acostarse con él. La joven sorprendida,  le rogó que no lo hiciera de esa manera, que le pidiera legalmente, al rey,  que él no se la negaría; pero  Amnón no quiso oírla y la violó. Después de cometer ese agravio,  aborreció  a la joven de tal manera que mandó a sus sirvientes que la echaran de su presencia y de su casa.

Absalón su hermano al enterarse de lo acaecido, le dijo a Tamar que no se angustiara ya que Amnón era su hermano, y ella se quedó desconsolada en casa de Absalón. Cuando el rey oyó el relato “se enojó mucho”;  esa fue su reacción. Absalón aunque aborrecía Amnón por lo que había hecho, calló y no dijo nada ni bueno ni malo, y sin otros comentarios dejó que pasaran dos años.

Como Absalón tenía un rebaño de ovejas, al momento de trasquilarlas, como se  acostumbraba,  él preparó una gran fiesta invitando también al rey su padre, (el cual no asistió) como a todos sus hermanos y por supuesto entre ellos a Ammón. Al verlo allí, instruyó a sus siervos de confianza, que al estar su hermano alegre por el efecto del vino, y al dar él la orden lo mataran;  y los criados hicieron como se les había ordenado. De esta forma Absalón vengó a Tamar su hermana, después de este hecho, siendo el autor intelectual, huyó a Gesur en Siria de donde era su madre, y estuvo allí por tres años.

Como el rey en ese tiempo era a su vez el juez de Israel, él sabía que por la ley Absalón tenía que pagar con la muerte, el homicidio premeditado de su hermano Amnón. Por esa razón él no podía promover o sugerir el regreso de su hijo a Israel.  Desde ese tiempo hasta hoy día, en muchos casos el tiempo "borra las culpas" de los que cometen alguna falta grave; y siendo Absalón el pupilo del rey después de tres años ya nadie se acordaba del hecho.

 Fue así que Joab,  general del ejército de David, intuyendo el deseo del rey de ver a su hijo, instruye a  una mujer y preparan  una treta a fin de  convencer al rey para hacer regresar a su hijo Absalón.

La  mujer, usada por Joab se presentó a David, presentándole un supuesto caso de una riña entre dos hijos que ella tenía,  donde ese pleito causó la muerte de uno de ellos. Luego  le informa que ahora  los demás familiares, le reclamaban que  “entregara al que mató a su hermano para darle muerte, para hacer justicia  por la vida del difunto”, cosa que le quitaría también el otro hijo ya que eso era lo que exigía la ley.

Aunque el caso expuesto por la mujer no era real, y se  trataba de una artimaña entre Joab y ella; con el fin de que el rey permitiera el regreso de su hijo desde Siria. Lo  que dijo la mujer acerca de que reclamaban a su hijo para que muriera, estaba ajustado a la ley, y el rey lo sabía. Pero  él se ablandó compadeciéndose de la mujer, y  le dijo, que se fuera su casa y le agregó:  “y yo daré órdenes con respecto a ti.  Asegurándola de esta manera,  que nada le pasaría a su hijo. Esta postura dio lugar a que luego diera la orden  para que también su hijo regresara.

El relato bíblico.
En 2 Sam.14:4 dice: “Entró, pues, aquella mujer de Tecoa al rey, y postrándose en tierra sobre su rostro, hizo reverencia, y dijo: ¡Socorro, oh rey!  El rey le dijo: ¿Qué tienes? Y ella respondió: Yo a la verdad soy una mujer viuda y mi marido ha muerto. Tu sierva tenía dos hijos, y los dos riñeron en el campo; y no habiendo quien los separase, hirió el uno al otro, y lo mató. Y he aquí toda la familia se ha levantado contra tu sierva, diciendo: Entrega al que mató a su hermano, para que le hagamos morir por la vida de su hermano a quien él mató, y matemos también al heredero. Así apagarán el ascua que me ha quedado, no dejando a mi marido nombre ni reliquia sobre la tierra.
Entonces el rey dijo a la mujer: Vete a tu casa, y yo daré órdenes con respecto a ti. Y la mujer de Tecoa dijo al rey: Rey señor mío, la maldad sea sobre mí y sobre la casa de mi padre; mas el rey y su trono sean sin culpa. Y el rey dijo: Al que hablare contra ti, tráelo a mí, y no te tocará más. Dijo ella entonces: Te ruego, oh rey, que te acuerdes de Jehová tú Dios, para que el vengador de la sangre no aumente el daño, y no destruya a mi hijo. Y él respondió: Vive Jehová, que no caerá ni un cabello de la cabeza de tu hijo en tierra.”

Después que el rey descubrió que todo eso fue un plan de Joab y de la mujer, dio la orden para que regresara Absalón. Seguramente David  para tapar un poco su posición de juez y rey, ya que tenía que dar el ejemplo,  por no castigar a su hijo, debido a que Absalón por la ley, merecía la muerte. Al  regresar de Siria donde se había refugiado, optó por dar la orden de confinarlo  en su casa. Escudándose con decir: ¡“y que no vea mi rostro”!  Evadiendo así  la ley de Dios  no aplicando  el castigo que merecía.

Después de su regreso, pasaron como dos años, seguramente aprovechándose de la edad de su padre, y su carácter blandengue hacia la familia al encubrir sus faltas. Absalón aprovechó  esa coyuntura para conspirar contra  su padre  para destronarlo, y con la intención de matarlo. Por supuesto que la conspiración hubiera prosperado si Dios no hubiera intervenido para trastornar los planes que  el sabio Ahitofel le había propuesto a Absalón.

Por lo que concierne a David  al ser informado de la conspiración, entendió que  eso lo estaba  permitiendo Dios, y por no derramar sangre, opta por  humillarse y abandonar el  palacio.  Dios por amor a su siervo, hizo que el acertado consejo de Ahitofel fuera rechazado por Absalón, ya que su consejo no lo incluía a él en la persecución de su padre. Mientras  el consejo de Husai,  estimulaba su ego al decirle que tenía que ser él mismo que persiguiera a su padre,  para que luego el pueblo lo reconociera como Rey.
  
Acatando el consejo de Husai, que era otro de los sabios de Israel y amigo de David, el mismo Absalón se pone al mando de sus hombres; para ir en contra de los diestros  hombres de guerra de David y de su general Joab. Al llegar al sitio todo estaba listo para iniciar la batalla. Al salir el ejército de David para enfrentar a los hombres  del hijo rebelde;  el rey imparte la orden de no matar a su hijo, ordenando  que le preservaran la vida.

Al enfrentarse los dos grupos de hermanos  en esa  batalla, el ejército de Absalón en ese enfrentamiento  con los experimentados guerreros  de David, tuvo una pérdida de veinte mil hombres. Donde   también  Absalón muere, al quedar suspendido por su abundante  pelo a la maleza al tratar de pasar debajo de un arbusto;  ya que  su mula avanzó dejándolo a él suspendido, al encontrarlo en esa condición  le dan muerte, trasgrediendo la orden del rey.

Este hijo rebelde, fue el promotor de esa gran  mortandad,  entre hermanos de un mismo pueblo, por estar actuando  fuera de la voluntad de Dios.
Esa mortandad también se  hubiese podido evitar, si David  hubiera castigado a Absalón, tal y como lo exigía la ley,  por matar a su hermano Amnón.

Al enterarse David que su hijo había muerto, lloró abiertamente, con profundo dolor. Diciendo: ¡hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! quien me diera que muriera yo en lugar de ti!

Realmente David estaba ofuscado por el amor que tenía por su hijo, no se daba cuenta del desastre que  había provocado "su hijo amado ",  enlutando a esas veinte mil familias. Este relato es una muestra, que no se puede ser complaciente con el pecado, ya que, al no  reprender y castigar a su hijo adecuadamente; fue también la causa  de todo ese dolor causado al pueblo. 

Esa inútil guerra perjudico,  a Absalón por su muerte, el dolor para su padre,  como el sufrimiento de esas 20 mil familias. Tolerar el pecado es un arma de doble filo, que se revierte en contra de uno mismo,  envolviendo  también a otros.

Cuando Joab su general,  vio la desmesurada actitud de lloro del rey  por su hijo, reprendió al Rey diciéndole: “Hoy has avergonzado a todos tus siervos que han librado tu vida, pues hoy me has hecho ver claramente que si Absalón viviera, aunque todos nosotros estuviéramos muertos, entonces estarías contento.” Al oír estas palabras, David reaccionó y se levantó para felicitar a su ejército.
                                                                                                                                             
Muchas veces el amor hacia un ser querido nos impide ver la realidad de las cosas, cuantas madres al saber que a su hijo lo pusieron preso por algún delito, salen en su defensa diciendo que él es un dedicado estudiante, y lo que están haciendo con él es una injusticia.

Podemos entender el dolor de un padre o una madre, cuando a su hijo le acontece algo, pero no se puede ir en contra de la ley, y menos cuando sabemos de algún mal comportamiento tempranero, y no se toman  medidas a tiempo. Dejando de actuar por amor, y encubriendo posturas fuera de la ley, sin estorbarlos. Con actitudes pasivas hacia cosas mal hecha por nuestros hijos, estaremos cooperando para futuros problemas. Actitudes como las de David  nos producirán  amargas consecuencias.

Recuerdo que tenía como unos diez o doce  años cuando mi madre me pidió que fuera al mercado a comprar algunas frutas para el almuerzo. Estando caminando  en el sitio,  veo que a una señora se le cae un billete (como de 50 Euros) enseguida lo recogí, como águila a su presa, y compré más fruta de la que me habían encargado.

 Al regresar y ver mi madre la abundancia de las frutas, por supuesto me preguntó, como había hecho para comprar todas esas frutas con el poco  dinero que ella me había dado; pues aclarando que no la había robado, orgullosamente dije: fue que a una señora  se le cayó un billete,  y zas lo recogí y compré más frutas. Realmente estaba orgulloso de lo acontecido y de haber provisto más frutas para la mesa, no entendía todavía lo que en eso había algo malo, y lo retenía como un hecho normal.

Al relatar el hecho, estaba presente mi hermano mayor, el cual llamándome quiso que le relatara minuciosamente lo  que había acontecido, para constatar si me había encontrado el billete sin saber de quién era, o si realmente había visto que se le había caído a la señora.

Pues  como yo no veía nada malo en lo que había hecho, le dije que yo iba caminando a unos tres metros detrás de la señora, cuando vi que se le cayó el billete y yo lo recogí del suelo, (dando a entender que no lo había robado).  Él una vez más repitió ¿tu viste cuando a la señora se le cayó el billete cierto? Al responder afirmativamente con un sí, y recibir una bofetada que casi me tumba fue una sola cosa.

Con furia me defendí llorando y diciendo que yo  no lo había robado, que eso cualquiera lo hubiera hecho igual que yo. Luego de pasar la tormenta de la bofetada, mi hermano me dijo, lo que consideré en mi opinión lo más absurdo que había oído hasta ese momento: “Al ver que a la señora se le había caído el billete, tu tenía que haberle devuelto el dinero”. Esa actitud de devolverle el dinero, que ella no había cuidado, no cabía en mi mente en ese momento de mi adolescencia, sin embargo doy gracias a Dios por esa bofetada que más tarde me ayudó a entender, que al ver a quien se le había caído, no me daba derecho a que me adueñara de él como yo pensaba al principio. 

¿Qué hubiera pasado si en familia todos se hubieran quedados  callados,  haciéndose la vista gorda, y mi hermano no me hubiera estorbado? Este es solo un relato de las muchas cosas que acontecen a veces en la familia. En muchos de los casos no se toman correctivos a tiempo, aludiendo que son niños, o jóvenes. Pues las cosas se corrigen en su temprana edad porque llegará el día cuando ya no harán caso, y todo el trabajo de corregir se habrá perdido.

Aunque la palabra de Dios nos enseña que insistamos en corregir, en 2 Tim. 4:2 dice: “Que enseñe la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; exhorta con toda paciencia.”  Se entiende “a tiempo” en el hogar, cuando los hijos están en sujeción; y “fuera de tiempo” cuando ya no se sujetan, sin embargo no debemos de abandonar nuestra tarea de exigir respecto y rectitud tanto a los padres como a las autoridades y al prójimo.

 Luego de la amarga experiencia que David tuvo con Absalón, le esperaba otro problema de parte de su cuarto hijo Adonía. Para ese momento la espada, que le dijo  Natán que no se apartaría de su casa, lo había visitado por segunda vez, y sus  mujeres fueron usadas por Absalón a la vista de todos; tal como  Natán le había dicho.

Pero ¿Por qué a este rey amado de Dios, tan respetado, sagaz e inteligente le pasarían  todas estas cosas? Y por añadidura de males,  estas acontecían en su  propia familia. El primer problema lo tuvo con su hijo primogénito, Amnón que violó a su hermana Tamar,  y  por esa causa lo mataron.  El  segundo con la rebelión de Absalón, y  también lo mataron, ahora se le presenta  el tercer problema con su hijo Adonía.

La respuesta a esta pregunta la tenemos en I Reyes 1:5,6 que nos aclara cuál era la actitud de David hacia sus hijos, que dice: “Entonces Adonía hijo de Haguit se rebeló diciendo: Yo reinaré. Y se hizo de carros y de gente de a caballos, y de cincuenta hombres que corriesen delante de él. Y su padre (David) nunca le había entristecido en todos sus días con decirle: ¿Por qué haces así? Además que este era de hermoso parecer; y había nacido después de Absalón.” 

Este último versículo, nos revela que los problemas que le sobrevinieron a David fueron el fruto que estaba cosechando  de ellos, por el trato que les dispensó a sus hijos en sus días. Además  de no haberlos molestados en reprenderlos  es posible que los idolatraba, al estar orgulloso de ellos por  ser de muy hermoso parecer. Seguramente en su opinión, no merecían  reprensión alguna, y mucho menos ser castigados, David era débil en este aspecto con sus hijos, como muchos padres hoy día hacen lo mismo, a pasar por alto muchas cosas.

También hay que agregar,  que todos esos problemas que le sobrevinieron  a David eran el fruto que estaba cosechando por sus propios  errores;  como consecuencias de su actitud hacia Betsabé y ordenar la muerte de Uría su esposo. Ya que el profeta Natán claramente le había profetizado: “que ahora  la espada no se apartaría de su casa.”
Según lo que nos aclara la palabra de Dios, David fue muy blandengue con sus hijos, al no reclamarle nada, posiblemente tenía el mismo pensamiento de muchos padres hoy día que dan rienda suelta a sus hijos, escudándose con decir:  son jóvenes, sin entender que con la tecnología de hoy día un joven de 15 años, conoce más cosas de la vida, que un padre de 50 años.

Padres que no saben dónde  están sus hijos  la mayor parte del tiempo, lo que hacen, ni con quienes se están reuniendo. Es normal luego oírle decir: “déjalos que son jóvenes”,  o  la otra frase: “yo sé lo que tengo por hijos y quienes son ellos," con esas palabras silencian a los que tratan de abrirle el entendimiento.

Luego  cuando  la joven  le trae un "nuevo miembro" a la familia, o el arresto de uno de ellos, quedan sorprendido, o mejor dicho: “comienzan a despertar, a la realidad.”
 Amar a los hijos no es malo, pero el verdadero amor hacia ellos se complementa con una buena educación cristiana, con disciplina y corrección, cuando se les nota algo que no marcha adecuadamente, y no dejando esto para cuando sean más grandes, sino desde su temprana edad. En Pro.27:5 dice Mejor es la reprensión manifiesta que el amor oculto.”

Cuando en algunos hogares los hijos, al igual que Absalón y Adonías, al llegar a la edad de, (18,19) años,  quieren tomar el control del hogar,  y si los padres se atreven a decirles algo, hasta son capaces de amenazar  con levantarles las manos. Quieren que los dejen tranquilos, independiente, y en otros casos cuando los padres les dicen  algo, utilizan la expresión: “hay papá yo sé lo que hago déjame tranquilo.”

Pero esa independencia que quieren, por supuesto no incluye desligarse de la utilidad del hogar donde se formaron;  para así  tener el “hotel paterno”, teniendo donde dormir, comer, tener ropa limpia, y disponer de algo de plata.  Ya  que lo concerniente al sexo, eso lo consiguen fácilmente fuera del hogar entre sus amistades. Razón por la cual, no se preocupan para formar un hogar propio.

Hasta que llega el momento que estos “angelitos y angelitas” llegan a ser una pesada carga para sus padres, que los trajeron al mundo. Cuando no han recibido una educación adecuada y respeto hacia los padres a algunos de ellos, no les interesa en absoluto, los consejos ni los sentimientos de sus padres. Cuando esto acontece nos damos cuenta que se ha perdido el dominio, y la autoridad en el hogar.

Es en ese momento cuando aflora  el espíritu de  Adonía que dijo: “yo reinare”,  no le interesaba la opinión de su padre y de todos los demás; su pensamiento y decisión eran ley. Muchos de esos hijos rebeldes, como Adonía, no toman  en cuenta que hay  un ser superior al de sus padres que vigila todo lo que está debajo del cielo.

 Así que, él  pudo convencer a Joab general  del ejército de su padre,  para que se uniera a su plan,  y se puso de acuerdo  con el sacerdote Abiatar, para que lo ungiera como rey de Israel, y le diera  la bendición;  armando  así toda la  conspiración en contra de su padre. Pero no contaba que la voluntad de Dios, que quita y pone reyes,  era que en lugar de su padre, el nuevo rey sería  Salomón,  y no que  fuera él.

Pero cuando se lucha en contra de la voluntad de Dios, el enemigo entorpece la mente del ser humano, y Adonía no escapó de esta torpeza,  ya que mientras estaba armando la conspiración, le avisaron que su padre había ordenado que se ungiera a Salomón sentándolo en su trono. Asustado se refugió en el templo, agarrándose de los cuernos del altar, pero Salomón le perdonó la vida no tomando en cuenta su conspiración.

Pero la torpeza del enemigo se hizo presente nuevamente apoderándose de su mente,  y ahora  trama de pedir a Betsabé madre de Salomón, que intercediera con su hijo que se le diera por esposa a Abisag sunamita;  la joven  esposa de David su padre, que nunca la conoció debido a su avanzada edad.

Esta nueva treta, saco a Salomón de sus casillas, ya que su hermano  ya tenía a su favor al  general Joab y al sacerdote Abiatar, solo  le faltaba la sunamita para formar un gobierno paralelo para volver a conspirar. Bbb

Claro, su padre nunca lo había entristecido o amonestado cuando hacía algo malo: se había acostumbrado a tomar decisiones  propias.  Esto dio lugar a que tuviera suficiente valor para intentar destronarlo; considerando también su edad avanzada. Pensando que sentarse en el trono de su padre era un hecho. No sabemos si él sabía que el rey  ya le  había prometido el trono a Salomón, ni pensó, o tomó en cuenta que para reinar sobre el pueblo de Israel tenía que tener la aprobación de Dios.  Este detalle seguramente no pasó por su mente para nada; ni por la mente de Absalón que ya había perecido en el intento  de destronarlo.

Por esta razón su deseo no llegó a realizarse, y por orden de David fue ungido Salomón como sucesor del reino. Pero lo que se trata de resaltar en este escrito, es la falta de corrección a tiempo, hacia los hijos por parte de David, su amor hacia ellos ofuscó su mente para no corregir a tiempo, los errores comunes de cada hijo en ese período tan importante de formación. Porque de aprovechar bien ese lapso de tiempo en corregir a los hijos, dependerá el respeto de ellos para la familia y la sociedad en el futuro. 

Pero ahora, ya no contaba con su complaciente padre,  que “nunca en todos sus días lo había entristecido o dicho  ¿Por qué haces así?.  Posiblemente  pensó que su hermano era igual a su padre, pero ya salomón le había perdonado una vez,  y esta vez su atrevimiento recibiría su castigo. En efecto en  1Re 2:23  lo relata al decir: Y el rey Salomón juró por Jehová, diciendo:  Así me haga Dios y aun me añada,  que contra su vida ha hablado Adonías estas palabras.
Ahora,  pues,  vive Jehová,  quien me ha confirmado y me ha puesto sobre el trono de David mi padre,  y quien me ha hecho casa,  como me había dicho, que Adonías morirá hoy. Entonces el rey Salomón envió por mano de Benaía hijo de Joiada,  el cual arremetió contra él,  y murió.

Tanto el descuido de los padres por no corregir  a sus hijos a tiempo,  un sano testimonio de sus padres, como el de los hijos, de no acatar los consejos de la palabra de Dios,;  tienen consecuencias desagradables que como el ejemplo  de este relato bíblico que nos han  dejado:  “LOS HIJOS REBELDES DE DAVID”.   

Aggeo Palumbi noviembre 2009 revisado Junio 2017




viernes, 1 de mayo de 2015

ABSALÓN FIGURA DEL LUCERO HIJO DE LA MAÑANA


ABSALÓN FIGURA DEL LUCERO HIJO DE LA MAÑANA
Material de estudio II Samuel 15-18, Ez.28:12 Isaías 14:12 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero,  hijo de la mañana!  Cortado fuiste por tierra,  tú que debilitabas a las naciones.
2Pedro 1:19 Tenemos también la palabra profética, la más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro hasta que el día amanezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;
Hijo del hombre levanta endecha sobre el rey de Tiro.                                                               
La palabra “endecha”, tiene el significado de  una angustia muy intensa que alguien experimenta, cuando le ha ocurrido algo muy doloroso. Ésta endecha se expresa con un lamento en alta voz, y es usado normalmente en Israel, cuándo se pierde un ser querido.
 En Ezequiel Dios le habla al profeta, enviando un mensaje para el rey de Tiro, y  en el  28:12 le dice: Hijo de hombre, entona endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así dice Adonay YaHVeH: ¡Tú eras el sello de la perfección, Lleno de sabiduría y acabado de hermosura! En Edén, en el huerto de Dios estuviste. De toda piedra preciosa era tu vestidura: De cornerina, topacio, jaspe y crisólito, De berilo y ónice; zafiro y carbunclo, De esmeralda y de oro. Los primores de tus panderos y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín ungido, protector, Yo te constituí para esto. En el santo monte de Dios estuviste; En medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, Hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones Fuiste lleno de iniquidades, y pecaste. Por tanto Yo te degrado del monte de Dios, Y te destruyo, oh querubín protector, De en medio de las piedras del fuego.

Es  evidente que esos atributos no podían ser proferidos de la mente de Dios, para un hombre pagano como el rey de Tiro; de una manera indirecta, se estaba refiriendo al principal y más alto de los ángeles, a ese querubín llamado  Satanás.  Por supuesto que esas expresiones estaban dirigidas al ángel que se rebeló en su contra. Dando a su vez a entender el dolor que le provocó a Dios esa rebelión.

Al decir: En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; se evidencia que no se estaba refiriendo al citado rey, sino al que se constituyó enemigo de Dios. Si ese Edén, se trataba del mismo donde Dios puso a Adán o se trataba de otro no lo sabemos. Lo que sí se evidencia es: que tanto al ángel de más alto grado, como su obra maestra "el hombre", a ambos los puso en un Edén. Y en ambos Edén hubo un fracaso.
El haber sido Dios traicionado por este ángel sello de la perfección produjo, en Él una intensa angustia. (Endecha) Para poder tener  una idea de este dolor, más adelante podremos ver el significado  de esa endecha, en la reacción que tuvo David rey de Israel  cuando supo de la muerte  su hijo Absalón.

Las contrataciones.                                                                                                              
Al mencionar en Ezequiel 28:18: “Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones, nos revela cómo Satanás trataba de conquistar con vanas e infundadas promesas  el favor de los ángeles que tenía a su mando, logrando así convencer a una parte de ellos. Quería llegar a ser  como Dios y sentarse junto a las estrellas (ángeles) de Dios, subir a las alturas de las nubes y ser semejante al Altísimo. Posiblemente nunca entendió que Dios era su creador y el que lo había  colmado de favores

 Absalón como tipo del lucero hijo de la mañana. 
Eso era exactamente lo que hacía el príncipe Absalón, y de su actitud se puede llegar a tener una pequeña idea de lo que aconteció en el cielo en un pasado remoto; entre Satanás y los ángeles que tenía a su mando, y como se llevó a cabo esa rebelión en contra de Dios.
Tal como leímos en la Palabra de Dios la descripción de Luzbel, lo hace de Absalón diciendo en 2 Samuel14:25: Ahora bien, en todo Israel no había hombre tan hermoso como Absalón, admirable en gran manera. Desde la planta de su pie hasta su coronilla no había en él defecto alguno.
 El príncipe se levantaba temprano, para colocarse en el camino de la puerta principal de Jerusalén, con el fin de  tratar de conquistar el favor de los que acudían al rey su padre, para exponer sus problemas. Siendo un hombre de una extraordinaria presencia, ya que no había hombre como él por su excelente atractivo físico, su porte era lo que resaltaba de él.

Para  los que acudían con el fin de obtener justicia de parte del rey, era algo inusual de ser recibidos a la entrada de la ciudad por una persona tan distinguida como él; que aparte de su imponente presencia, demostraba un cuidado y diligencia insólito al recibir a los que acudían a la capital para exponer sus problemas al rey.   
Así lo relata En 2 Samuel 15:2… Cuando la gente llevaba un caso al rey para que lo juzgara, Absalón le preguntaba de qué parte de Israel era, y la persona le mencionaba a qué tribu pertenecía. Entonces Absalón le decía: «Usted tiene muy buenos argumentos a su favor. ¡Es una pena que el rey no tenga disponible a nadie para que los escuche! Qué lástima que no soy el juez; si lo fuera, todos podrían traerme sus casos para que los juzgara, y yo les haría justicia». Cuando alguien trataba de inclinarse ante él, no lo permitía. En cambio, lo tomaba de la mano y lo besaba.

El muy sonriente príncipe, era el primero en saludar a los forasteros que llegaban a la ciudad, preguntándole luego de dónde venían, y cuál era la razón de su visita. Todo este recibimiento por el hijo del rey, con esa brillante diplomacia que ejercía, los recién llegados se sentían honrados y privilegiados de ser atendidos con tanta solicitud y de una  manera personal por este ser tan especial.
El ingenuo viajero quedaba confundido frente a la excelencia del recibimiento, por el  porte y la elegancia del príncipe que lo estaba entrevistando, y así comenzaba a relatar sus problemas; mientras su interlocutor lo miraba demostrando interés y atención.  

Por supuesto, él forastero ingenuamente veía en el príncipe interés y conmiseración.
Luego Absalón le decía: "tus palabras son buenas y justa, más no tienes quien te oiga de parte del rey". A continuación daba rienda suelta a su plan oculto, manifestando el propósito principal de toda esa demagogia o teatro, diciendo: “¡Quien me pusiera por juez de la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocios, que Yo les haría justicia!” Cuando alguno deslumbrado por todo este trato se acercaba para inclinarse, él le extendía la mano, (pero no se limitaba a que le besaran la mano) lo tomaba y lo besaba. De esta manera Absalón robaba el corazón del pueblo de Israel.

Éste seguramente es un tipo de la contrataciones inicuas de la cual habla en Ezequiel 28:16 “A causa de la multitud de tus contrataciones Fuiste lleno de iniquidades, y pecaste.” Posiblemente algo similar utilizó Satanás para soliviantar a esa tercera parte de los ángeles para que se unieran a su causa, y rebelarse en contra del Creador de todos; por algún motivo o mandato que  Dios les había dado, como en el caso de Eva.
Todo ese trabajo entre esos ángeles posiblemente era con el fin de ofrecerles una mejora en las relaciones con Dios, con algún tipo de promesas. Acaso ¿no es ese el mismo método usado por Satanás para encandilar y seducir? Así se nos revela en Ezequiel. Siendo el mismo método que utilizó en el huerto de Edén con nuestros primeros padres, el que puede transformarse en un ángel de luz, o haciéndose pasar por Dios, como dice en 2Tes.2:4 “el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.”

Esta manera escénica de actuar y su exaltación, son redes que atrapan a mucho, y de ser  posible engañarían también a los escogidos con sus milagros mentirosos. Pero el Espíritu de Dios que mora en sus hijos, por tener la mente de Cristo, y el discernimiento que nos es dado, descubre sus asechanzas  para rechazar todo lo que no proviene de Dios. Absalón continuaba en su plan de conquistar el corazón del pueblo, y a todos los que llegaban a Jerusalén le decía lo mismo: “tus palabras son buenas y justas”. No  importando el argumento, ya que el propósito no era el de juzgar con equidad, sino el de conquistar el corazón del pueblo. Después de cuatro años, y teniendo ya un grupo de cincuenta hombre con carros y caballos que corrían delante de él, decidió que había llegado el momento de sublevarse.

Para tal fin se presenta delante de su padre el rey y le pide permiso para ir a Hebrón (lugar donde su padre fue ungido rey, y con el fin de repetir el rito eclesiástico) el pretexto que le mencionó fue: el de  pagar unos votos que le había hecho a Dios cuando estaba exilado en Siria; donde se refugió después de mandar a matar su hermano Amnón. Engañando así a su padre que creyó en sus palabras.

Para ese fin y con anticipación había convencido al primer consejero de  su padre, así que mandó a llamar a Ahitofel Ghilonita, el cual no hesitó en acudir a su llamado traicionando al rey. Ahitofel era muy amado por David y lo retenía como amigo, también como el primero y más sabio de sus consejeros. Con esta unión la conspiración se hizo poderosa y mucho pueblo se unía a Absalón. También envió mensajeros por todas las tribus de Israel diciendo: “Cuando oigáis el sonido de la trompeta diréis: Absalón reina en Hebrón. Mientras todo esto acontecía dieron aviso a David diciendo: El corazón de todo Israel se va tras Absalón.” 
Lo extraño de todo esto fue, que David como experimentado guerrero al tener conocimiento de los hechos no hesitó un solo momento para tomar la decisión de lo que era más conveniente; bien sea para no provocar la muerte de muchos, y para evitar una confrontación con su hijo. De manera que, el valiente guerrero intuyó que Absalón no le perdonaría la vida, ni a él ni a los que con él estaban.
Así como buen estratega intuyó que el momento no era propicio para iniciar una lucha en defensa de su reinado, sino de huir para luego organizarse adecuadamente con una defensa y estrategia más apropiada para ese caso específico; el problema principal era que en esa conspiración, estaba involucrado su hijo al cual él amaba. Sin embargo sabía que Absalón no hesitaría un solo instante en eliminarlo para sentarse en su lugar.  

Meditando en todos estos acontecimientos, ¿no son acaso estos hechos un tipo de lo que Satanás aspiraba? en Isaías 14:13-14 lo confirma al decir: “Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; (ese cielo de Dios de luz inaccesible) en lo alto, junto a las estrellas de Dios, (que posiblemente se refiera  a los ángeles) levantaré mi trono, y en el monte del  testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo”. (Los paréntesis se agregaron para su respectiva explicación).
Este era el propósito de este ser que estando en una posición tan privilegiada, como la que tenía, y habiéndole Dios dotado de sabiduría, hermosura, perfección, y con un inmenso poder, siendo superior a todos los ángeles. Con todo esto no supo apreciar lo que se le había concedido, teniendo muy en poco la posición tan elevada que tenía; habiéndole Dios dotado de todo eso no estaba satisfecho.
Fue así que comenzó a trabajar para conquistar el favor de los ángeles con algunos ofrecimientos, y luego probablemente pronunciaba la frase que revelaba su propósito: “quien me pusiera por juez del universo”. Así decía Absalón “¡Quien me pusiera por juez de la tierra! (nótese, lo que esconde esa frase, él no dice de Israel sino de la tierra).

De manera que Satanás se enalteció por su hermosura y poder que ostentaba, y quiso ser como Dios. Realmente se apresuró, no llegó a conocer bien a su creador, ni sus atributos, no sabía que Dios conocía lo más íntimo de sus creaturas, y por supuesto todo lo que él estaba tramando. Como también Él conoce las intenciones del corazón y los más íntimos pensamientos de cada uno de nosotros.
A través de la actitud de Absalón, es como si la palabra de Dios nos quisiera mostrar, algo que aconteció en un pasado remoto. Se trata de esa crisis que hubo en el cielo, liderado por Satanás; antes que Dios creara al hombre y su hábitat la tierra. El relato que leímos en Ezequiel 28, no puede en absoluto corresponder al rey de Tiro, sino que nos quiere revelar algunos detalles de esa rebelión como viéndolo a través de un velo; como en la actitud de este Joven Absalón en relación al rey su padre y progenitor.

La similitud.                                                                                                                                              A este príncipe tampoco le faltaba nada, era amado por su padre y por ser hijo del rey tenía una posición privilegiada. Su aspecto era el de un hermoso príncipe como ningún otro de sus hijos, era inteligente y planificador a largo plazo; como en el caso de Ammón su hermano, (por parte de otra esposa de David) que lo mató después de dos años de haber deshonrado a su hermana Tamar.
Aunque Absalón tenía todos estos privilegios no estaba satisfecho, quería más, y quiso tomar el lugar de David su padre, queriendo sentarse en su trono. Lo único que no calculó bien fue: Pensar que se estaba enfrentando únicamente a su ya viejo padre, y no tomó en cuenta para nada a Dios, el que disponía del trono. No pensó para nada, que por encima del rey, estaba Aquel que ordenó y envió a Samuel para ungir a su padre  como regente de Israel;  aun cuando Saúl primer rey de Israel, estaba aún reinando.

Absalón estaba como Saulo de Tarso “dando coces contra el aguijón”,  y evadiendo a Dios, que quita y pone reyes. Por otra parte David, por la unción que tenía y conocedor del carácter y las intenciones de su hijo, tomó la decisión más apropiada para ese momento, no enfrentar a su hijo por ahora dejando así que siguiera con su plan.
Luego al conocer David que su principal consejero Ahitofel también lo había traicionado, entendió que la rebelión era firme, él sabía lo sabio de ese hombre  en dar sus consejos, y ésta vez esos acertados consejos serían en su contra. Así que, se dirige al único que podía ayudarle y con una corta oración dijo: “Entorpece oh Jehová, el consejo de Ahitofel.” Luego habló y le dio instrucciones a Husai, otro de sus consejeros que se mantuvo fiel y le seguía, para que regresara y se presentara a Absalón diciéndole: “Rey yo seré tu siervo como hasta aquí lo he sido de tu padre, así seré siervo tuyo; luego añadió: Entonces tú harás nulo el consejo de Ahitofel.”  

Guiado por Dios, David había comenzado la ofensiva introduciendo una persona de confianza, en el nivel más alto de las filas del enemigo, justo en el sitio donde se tomaban importantes y estratégicas decisiones.  
No se sabe mucho sobre Ahitofel, este infiel consejero que corrió hacia el Príncipe, pero él dio dos consejos: El primero, de allegarse a las concubinas que su padre había dejado, el cual fue aceptado. El segundo consejo era un arma de doble filo para Absalón mismo, porque Ahitofel se ofreció para llevar a cabo la misión de acabar con David, cosa que lo beneficiaría más a él, que al futuro rey. Ya que al matar al experimentado y guerrero rey mucho más fácil hubiera sido matar al inexperto hijo.

Si esa era la intención se desconoce pero esto fue lo que aconsejó: “Yo escogeré ahora doce mil hombres, y me levantaré y seguiré a David esta noche, y caeré sobre él mientras está cansado y débil de manos, lo atemorizaré, y todo el pueblo que está con él huirá, y mataré al rey solo.” Este plan en un principio pareció bien a Absalón y a los ancianos de Israel, pero, ¿qué hubiera pasado si Ahitofel llegara a matar a David? ¿Quién resultaría beneficiado de ese acto él o Absalón? Si él fue capaz de matar a David, que era un experto guerrero, cuan fácil hubiera sido eliminar al inexperto hijo, y quedarse él con el reino.

Pero  al pedir Absalón una segunda opinión del igual sabio Husai,  este desbarató el muy acertado consejo de Ahitofel, Diciendo: que el consejo que había dado "Ahitofel esta vez no era bueno”; y después de dar algunos motivos, y resaltar las experiencias de David y sus estrategias para huir, le aconseja a Absalón que reuniera a todo Israel, tanto como la arena del mar y que él mismo fuera a la batalla; tocando así las fibras del orgullo y ego del nuevo rey. Este plan les pareció mejor a Absalón y a sus ancianos, porque Dios había ordenado que el acertado consejo de Ahitofel se frustrara.
Por supuesto que el vanidoso ídolo de las multitudes mordió el anzuelo de la gloria. En sus pensamientos Absalón se diría: “Claro, tú tienes que ser el héroe del pueblo, un gran pueblo, un gran héroe, y un gran rey”, y aceptó el consejo de Husai. El sabio Ahitofel al saber que su plan fue rechazado, rápidamente vio el fracaso del nuevo plan y lo que le esperaría por haber traicionado al rey David; así que ensilló su asno, se fue por donde vino, ordenó su casa y se ahorcó.

Fue así que Absalón reunió a todo Israel y pasó el Jordán, poniendo como jefe del ejército a Amasa; y acamparon en la tierra de Galaad. Al mismo tiempo David pasó revista al pueblo que tenía con él, y comenzó a organizarse para la batalla que vendría, avisado por Husai de lo que aconteció en el consejo de ancianos, y el plan que él sugirió y fuera aceptado. David dividió su ejército en tres grupos bajo el mando de Joab, Abisai e Itai dando los lineamientos a sus tres generales;  luego acotó de  tratar benignamente por amor a él mismo, al joven Absalón. Ya presentía que la batalla estaba a su favor, y que el rebelde no prevalecería por su falta de experiencia en la guerra, y por supuesto sería vencido.

La palabra de Dios  dice que Absalón tenía una hermosa  y abundante cabellera,  que al cortársela una vez al año, porque esta llegaba a fastidiarle, el peso del cabello era más de dos Kilos. Se supone que para ese momento de la batalla tenía su pelo largo. La batalla no duró mucho tiempo, la experiencia del ejército de David y sus generales, no se podía comparar con un grupo improvisado de guerreros y con un líder inexperto. Lo cierto es que: “Absalón se encontró ante los siervos de David. Y Absalón iba montado en un mulo, y al pasar el mulo por debajo del ramaje de un gran roble, se le enredó fuertemente la cabeza en el roble, y “quedó suspendido entre los cielos y la tierra, “y el mulo que tenía debajo de sí, siguió adelante.” Según 2Samuel18:9 
 Esta expresión es muy significativa y digna de reflexión, su significado real está algo velado; tiene una doble enseñanza, que está reservada para aquel que quiere escudriñar y profundizar un poco más. Si nosotros tuviéramos que relatar y escribir ese hecho diríamos: Que a Absalón se le enredó su abundante pelo, en una maraña de ramas quedando colgado por el pelo entre las ramas de ese roble y el suelo. Ya que en todo caso entre el cielo y tierra se encontraban esos chaparros, o ramas de ese roble y no Absalón.
Razón por la cual se supone que la palabra quiere enseñarnos algo más, con esa expresión que dice: “él quedó suspendido entre cielo y tierra", vinculándolo posiblemente con el otro rebelde celestial, Satanás, que fue echado de ese lugar del trono y morada  de Dios y la tierra; de esa morada de luz inaccesible  del “cielo de Dios”.
Su actual sitio de acción, es un lugar intermedio entre esas piedras de fuego del trono de Dios y la tierra. De donde en el futuro será también  echado a la tierra al producirse una gran batalla entre él sus ángeles, y los del Arcángel Miguel como lo  relata Apo12:7

Que dice:Después hubo una gran batalla en el cielo:  Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón;  y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron,  ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón,  la serpiente antigua,  que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra,  y sus ángeles fueron arrojados con él. Entonces oí una gran voz en el cielo,  que decía:  Ahora ha venido la salvación,  el poder,  y el reino de nuestro Dios,  y la autoridad de su Cristo;  porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos,  el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

En Ezequiel 28:16  lo explica claramente dando a entender que Satanás fue arrojado de un lugar superior, a otro inferior, luego en el futuro será echado de ese lugar donde ahora reside en el cielo, a la tierra. Y  por  último será enviado al lugar que fue preparado para él y sus ángeles, en el lago de fuego.

 El simple hecho que en el futuro será echado fuera del cielo a la tierra, nos da a entender que en este momento todavía está en ese  estado intermedio entre “cielo y tierra”. En el 28:16 lo aclara diciendo: “A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.”

Cuando la palabra refiriéndose a Satanás nos dice: “yo te eché del monte de Dios y te arrojé de entre las piedras del fuego”. Posiblemente quiere enseñarnos que se trata de ese monte  dónde están esas piedras de fuego, que es el lugar donde mora Dios en el más alto cielo. Ese lugar que el apóstol describe en 1Timoteo 6:16 diciendo: “el único que tiene inmortalidad,  que habita en luz inaccesible;  a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno.”  Ese lugar tiene que estar más allá de ese tercer cielo.
Entre los hermanos se ha difundido que hay tres cielos y en ese tercer cielo está el trono de Dios el Padre. Cosa que no se ajusta a las cosas que están escritas, por ejemplo, el apóstol Pablo nos dice que él estuvo en el tercer cielo y allí en el paraíso donde Jesús trasladó los que estaban en el Hades en el seno de Abraham. Ahora si Jesús estuvo allí con ese grupo de redimidos y ese lugar se encuentra en la presencia del Padre, ¿cómo es que al resucitar le dice a Miriam no me retengas porque no he subido todavía al Padre?

Queda claro que hay algo que no concuerda entre el paraíso que Jesús le prometió al malhechor, el tercer cielo y paraíso donde Pablo fue arrebatado,  la estadía de Jesús en espíritu en ese sitio cuando los instaló; y lo que le dice a María de Magadala que tenía que subir al Padre. Quedando claro que el trono y presencia del Padre no está en ese lugar de tercer cielo, ya que habiendo estado allí con todos los redimidos ahora le revela que todavía no había subido al Padre. Con esto se quiere llegar a la conclusión que hay un  lugar aún más sublime que ese tercer cielo que visitó el apóstol Pablo, de luz inaccesible donde está el trono de Dios.   
En ese monte de Dios y entre esas piedras de fuego donde tenía acceso también Satanás como querubín protector del trono. Al pecar, Dios lo echó de ese sitio a uno menor, no especifica a cuál de los cielos, sólo se puede pensar que sea el segundo. Quedando entre el primero que es nuestra estratosfera y el tercero donde está el paraíso la nueva morada de todos los que esperan ser revestidos.
Resta decir que Satanás y sus ángeles están todavía en algún lugar de esa inmensidad del cielo de los cielos; de donde será arrojado a la tierra en el futuro; ya que al ser arrojado del monte de Dios fue la primera sentencia, ahora falta la segunda.

Pero veamos lo que nos enseña la palabra de Dios al respecto ya que luego a su debido tiempo vendrá la segunda sentencia dada por Dios, en el verso Ez 28 verso 16 que dice: por lo que yo te eché del monte de Dios,  y te arrojé de entre las piedras del fuego,  oh querubín protector. Es de notar que esta primera sentencia el verbo está en tiempo pasado. En cambio en la segunda dice: “Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; y te arrojaré por tierra.”  Teniendo  esta frase  el verbo en futuro.
Este evento de ser arrojado del cielo a la tierra en efecto acontecerá al inicio del  período de la gran tribulación como dice en Apo12:7: “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás,  el cual engaña al mundo entero;  fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.” Por  estas afirmaciones no se puede pensar que su morada está aquí en la tierra, como algunos piensan, porque todavía no ha llegado ese momento en el cual será echado del cielo.                         
Entonces ¿Dónde está?
La respuesta se encuentra en la frase del relato del otro rebelde Absalón como un símil de Satanás: el cual “quedo suspendido entre cielo y tierra”. Está por ahora en suspenso en ese lugar secundario,  posiblemente en el segundo cielo; Ya que el apóstol Pablo al visitar el tercero no menciona haber visto a Dios ni a Satanás con sus ángeles. Se supone que él estará luchando para conservar ese sitio, ya que mientras permanezca allí, todos ellos están seguros y lejos de juicio. Eso será hasta que llegue el tiempo establecido por Dios, donde Jesucristo tomará el control de todos los cielos y lo expulse de ese lugar definitivamente arrojándolo a la tierra, como vimos anteriormente.  

Ese cielo, donde se mueven Satanás y sus ángeles, seguramente no es el cielo que nos cubre, nuestra estratosfera sino uno superior. Sin embargo se entiende que él tiene acceso cuando Dios se lo permite o sea necesario, a ese cielo donde Él mora.
 El relato de Job lo aclara, cuando en dos  ocasiones  que se reunieron los hijos de Dios, entre ellos se encontraba Satanás; ese pasaje de la palabra lo confirma. Como el otro pasaje  donde dice que él nos acusa delante de Dios;  para esa acción se entiende que es necesario dialogar con Él. Como dice en Apo 12:10 “porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.”

Por lo que concierne a la tierra no solamente anda por ella, sino que de acuerdo con el ofrecimiento que le hizo a Jesucristo, la tierra y todo lo que en ella hay está bajo su autoridad. En Lucas 4:6 el diablo le dijo a Jesús: “A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada y a quien quiero la doy, si tú postrado me adorares todos serán tuyos.” Gracias a Dios que por medio de Jesucristo que ha pagado el precio del rescate con su vida, ya una gran parte de la humanidad que le pertenecía a Satanás ya no le pertenece más a él, habiendo Jesús  pagado  con su vida el precio del rescate.

Muerte de Absalón.
Retomando el relato de Absalón, estando en esa posición colgado por el cabello fue reconocido por los soldados de David, y contradiciendo la orden del rey le dieron muerte. Cuando David supo de su muerte, lamentó profundamente esa pérdida. Así lo relata en 2 Samuel 18:33 su lamento: “Entonces el rey se turbó, y subió a la sala de la puerta, y lloró; y yendo, decía así: ¡hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quien me diera que muriera yo en lugar de ti, Absalón hijo mío, hijo mío!”.

Esta endecha o actitud de David es muy significativa, y humanamente extraña. ¿Cómo es posible que un hombre a sabiendas que alguien, aunque fuera su hijo, lo persigue para eliminarlo, pueda lamentar tan intensamente la muerte de su enemigo, cuyo único fin era quitarle la vida para destronarlo? Y ahora exterioriza ese lamentarlo tan profundo, hasta el punto de haber preferido su muerte a la de él.

Para poder entender esa actitud, debemos regresar a ese momento de la historia cuando el rey Saúl desobedeció lo que Dios le había ordenado, y Samuel le dijo al rey que por esa desobediencia ya su reino no sería permanente. Y en 1Sa.13:14 le dice: “Más ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo.”  

Por medio del lamento de David, y su reacción por la muerte del hijo rebelde, la palabra  quiere darnos a entender: primero que Dios no se alegra por la muerte del pecador, ni por los que se rebelaron en su contra, liderados por Satanás. Y segundo que  ese hecho le ocasionó un dolor muy intenso que lo  expresa por una parte con esa palabra  “endecha”. Y luego con el relato de la actitud de David, que tenía un corazón “conforme al de Dios,” con el dolor que le causó la noticia de la muerte de su hijo Absalón, “el contendor del trono”, que es una alegoría que nos quiere revelar, el dolor que le causó a Dios, la rebeldía de Satanás y sus ángeles.

Esta no es una conclusión que se da por una deducción lógica, sino que la misma palabra lo declara en Ezequiel 28:12 cuando Dios le dice a Ezequiel: “Hijo del hombre levanta endechas sobre el rey de Tiro.” Esta palabra “endecha”, tiene el significado de una angustia muy intensa que los Israelitas manifestaban por la pérdida de algún ser querido. Por eso que a través de la reacción de David, la palabra nos quiere transmitir el dolor que le produjo a Dios, el pecado cometido por Satanás y los ángeles que lo siguieron. Como también lamenta la muerte de todo pecador. En Ezequiel 28:23 lo confirma al decir: ¿Quiero yo la muerte del impío? Y en el 32 dice: Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor.  

Todos los detalles expuestos, nos dan una idea de cómo Dios por medio de relatos de hechos acontecidos  en esta vida, da a entender lo que aconteció en un pasado remoto. Podríamos preguntarnos ¿Por qué este método, y no una clara explicación de lo que aconteció? se podrían dar  algunos  motivos, sin embargo solo serían suposiciones. Uno de ellos podría ser, la manera limpia de obrar por parte de Dios, para no tener ventajas sobre su enemigo Satanás, al revelar todos los detalles de lo acontecido.


Lo que sí la biblia nos revela es: que hay una lucha continúa en el cielo entre las fuerzas del amor y del bien, y las fuerzas del mal. Al parecer Satanás abriga la esperanza de obtener al final, una victoria sobre algunas promesas hechas por Dios a su pueblo Israel, para desacreditarlo delante de toda la corte celestial, para decir que tenía razón.
De allí los varios intentos de destruir a ese pueblo y evitar su redención, tales como, la muerte de Abel, pensando que él era el que redimiría al hombre hiriéndole  en la cabeza. La contaminación del ADN de la raza humana en los días de Noé que causó el diluvio.

Por medio de Atalía trató  de  destruir la línea real de David por donde vendría el Mesías  en 2 Crónica 22:11 lo relata diciendo:”Y no quedó ninguno de la casa de Ocozías capaz de retener el reino. Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había muerto, se levantó para exterminar a toda la estirpe real de la casa de Judá. Pero Josabet, hija del rey, tomó a Joás, (un bebé, el único que quedaba de la línea de David  y lo escondieron en el templo) hijo de Ocozías, y se lo llevó furtivamente de entre los hijos del rey que estaban siendo asesinados y lo escondió juntamente con su nodriza en uno de los aposentos. Así Josabet, hija del rey Joram, mujer del sacerdote Joiada, la cual era hermana de Ocozías, lo escondió de Atalía, y ella no pudo darle muerte.

Luego la  eliminación del pueblo Judío organizado por Amán, que había sido honrado por el rey Asuero, como se relata en el libro de Ester; al  ser este honrado  por Asuero todos los siervos del rey lo reverenciaban y se inclinaban al pasar Amán, menos Mardoqueo que era Judío.  Al notar esa actitud, cuando supo que era judío y notando que no se arrodillaba en su presencia; llenándose de ira y por vengarse de él, procuró con un mandato del rey destruir a todos los judíos del reino. Pero no le dio resultado alguno, por el contrario pereció en la misma horca que había preparado para matar al judío  Mardoqueo.
Otro intento fue con  el hambre en los siete años de abundancia  y carestía en Egipto, en el tiempo de Jacob, donde sus hijos  tuvieron que acudir  a Egipto por alimento; pero  Dios de antemano había preparado a José para alimentarlos.
Al nacer  Jesús sabemos  trató de eliminarlo con la matanza de los niños por orden de Herodes. Luego siendo él adulto lo tentó al ofrecerle todos los reinos de este mundo por pertenecerle, también sin resultado alguno.

En la dispersión, y bajo el régimen nazi, intentó nuevamente eliminar a Israel donde murieron unos seis millones de ellos. Aunque los mencionados  son solo algunos, todos los intentos no han tenido el resultado que él esperaba;  Y  ningún otro tendrá éxito en el futuro.  Todas estas tentativa no tuvieron  éxito, pero él no se da por vencido y seguirá luchando tratando de desacreditar a Dios delante de la corte celestial. Falta ahora un nuevo intento cuando en el futuro, donde él reunirá a todas las naciones para eliminar
a Israel donde Dios intervendrá con una plaga, que los ojos y la lengua se le va a deshacer tanto a los hombres como a los animales,

Por supuesto que hay otros motivos y argumentaciones que Dios no ha revelado, tal es el caso de Daniel que por veintiún días no fue posible que se le diera la respuesta Divina. En este caso no sabemos cuáles eran los argumentos que esgrimía Satanás para impedir que el ángel de Jehová (Jesucristo) le diera el mensaje  que Daniel esperaba recibir de parte  de Dios; pero fueron tres semanas de lucha, posiblemente esa firme persistencia de Daniel en  la oración fue lo que prevaleció para derrotarlo. Lo que pasó  no lo sabemos pero lo que sí es cierto es que: aun estando él vencido, todavía se aprovecha de ese poder e inteligencia que Dios le concedió en el principio para luchar en contra de su creador.

Luego el ángel le dice a Daniel que tenía que volver para pelear con el rey de Persia y luego vendría también el rey de Grecia. En otras palabras la pelea en el cielo es continua y seguirá hasta que Satanás y sus ángeles sean echados del cielo a la tierra donde se desarrollará la última batalla  del “conflicto de los siglos”; ya que no sabemos el tiempo o la edad de su creación ni la de su rebelión. Pero sabemos  que  los creyentes los hijos de Dios un día estaremos en ese lugar del “cielo de Dios “, juntos con todos los que alaban y glorifican a ese Dios tres veces santo. Amen así sea.                                                                          
 Aggeo Palumbi octubre 2009, Revisado Agosto 2015