LOS HIJOS DE DIOS ¿QUIENES SON? 24 /10/ 11 revisado 2015
En el libro de Job 1.6 leemos: “Un
día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los
cuales vino también Satanás”. Luego en Juan 1:12 dice: “Mas a todos los que le
recibieron, a los que creen en su nombre, (de Jesús) les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios”.
No podemos hablar de lo que aconteció
en los días de Noé, sin mencionar “los hijos de Dios”, Como el motivo por el cuál Dios tomara la
decisión de destruir con el diluvio a todo ser viviente.
Comenzaremos con decir que la
palabra, nos da a conocer la decisión de Dios de destruir a todo ser viviente
de la tierra. En Génesis 6.7 dice: “Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la
tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el
reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Esto no
quiere decir que Dios se arrepintió de haber hecho a la pareja humana, por no
haberlo pensado bien. Sino por el acoso satánico hacia el hombre, con la consecuencia de que ahora
tenía que tomar medidas para castigar toda esa generación.
Al manifestar esa decisión, comienza
a dar una pequeña luz de la razón, al decir en Génesis 6.2: “Los hijos de Dios
vieron que las hijas del hombre eran hermosas, y tomaron para sí mujeres de
entre todas las que habían escogido. Entonces dijo YHVH: Mi Espíritu no
permanecerá para siempre con el hombre, pues ciertamente él es carne, y sus
días serán ciento veinte años”.
Aparentemente al leer el relato de lo que
estaba aconteciendo, no se note nada extraño, ya que en ese tiempo no existía
ley alguna que prohibiera la unión entre hermanos o parientes. Solamente cuando
nos detenemos a meditar e investigar con
entereza quienes eran estos “hijos de Dios” y cuál fue el motivo para que Dios
destruyera a todo ser viviente; es que se puede entender lo que el relato
quiere trasmitirnos para nuestra erudición en la palabra.
Los hijos de Dios.
La correcta interpretación de la
frase los hijos de Dios ha traído controversias entre estudiosos de Su palabra,
debido a que algunos creen por algunas enseñanzas tradicionales que estos eran
descendientes de Set, el tercer hijo de Adán. Mientras otros afirman que eran
ángeles, seres creados directamente por Dios. Ya que los nacidos después de
Adán la palabra los denomina "
hijos o hijas de los hombres", cosa que veremos más adelante.
La afirmación de que eran hijos de Set se
debió, al hecho que en el siglo IV surgieron dos doctrinas extra bíblicas; y
para sostenerlas se vieron obligados a
decir que esos hijos de Dios en Génesis
6.2 eran hijos de Set, con el fin de sostener y apoyar esas falsas enseñanzas
no establecidas en la palabra de Dios. Más adelante explicaremos estas falsas
doctrinas.
Algunos estudiosos de las escrituras
interpretan, y enseñan que esos hijos de Dios, eran descendientes de Set,
tercer hijo de Adán. Y que las “hijas de los hombres” eran de la descendencia
de Caín, su primer hijo.
No se puede estar absolutamente de
acuerdo con esa enseñanza, ni los motivos que se pudieran dar para sostener esa
teoría, ya que la palabra de Dios tampoco la respalda. Tengamos siempre
presente que todo criterio de interpretación bíblica, tiene por regla general
estar basada en la infalible y total exactitud de la palabra de Dios. En
efecto, el salmo 119:160 dice: "La suma de tu Palabra es verdad.” Dicho de
otra manera, una teoría tiene que coincidir con todos los escritos de la
Biblia.
La tradición y algunas enseñanzas, se
han grabado por años en las mentes de algunos creyentes, que nunca se han
preocupado por escudriñar, si esas enseñanzas están o no en concordancia, con
"esa suma de la palabra de Dios". A veces cuando se les presenta una
nueva explicación diferente a la que se le enseñó, defienden con vehemencia sus
puntos de vista, por el simple hecho de no coincidir con las previas
enseñanzas, doctrinas, u opiniones. Aunque se les demuestre que los argumentos
de la nueva teoría, están de acuerdo con los escritos de la palabra de Dios.
Con razón Jesús dijo: “Porque dejando el mandamiento (la palabra) de Dios, os
aferráis a la tradición de los hombres”. Mateo 7.8
Estos creyentes que defienden
tradiciones, deberían adoptar el consejo del apóstol Santiago 1.19 que dice:
“Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”.
También la palabra de Dios resalta la nobleza de los Bereanos, que al oír las
enseñanzas de Pablo y Silas, que eran nuevas para ellos, comenzaron a
escudriñar cada día las escrituras para ver si esas enseñanzas eran ciertas;
mientras los de Tesalónica alborotaron la sinagoga y la ciudad. Hay mucho que
aprender de este relato de Hechos 17.
Comenzaremos explicando que el título
“Bne-Ha-Elohim” o “hijos de Dios” no tiene el mismo significado en el antiguo
pacto, como lo tiene en el nuevo. En el nuevo se aplica a todos aquellos, que
por el nuevo nacimiento llegan a ser “hijos de Dios”. Así lo determina el texto
que citamos a continuación en Juan 1:12 que dice: "Mas a todos los que le
recibieron, a los que creen en su nombre, (de Jesús) les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad
de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios".
Mientras en el antiguo pacto se
denominan como hijos de Dios, única y exclusivamente a los seres que existen
por el acto creativo y soberano de Dios; sean estos Ángeles, Arcángeles,
Serafines, Querubines, u otros que posiblemente no han sido revelados. A estos
seres la palabra los define como “hijos
de Dios”, independientemente de que
estén con Dios o en contra; como en el caso de Satanás y sus ángeles. Ya que
estos como se dijo, la palabra los define de esta manera, por haber sido creados directamente por Dios.
A estos, la palabra de Dios los
presenta como hijos de Dios por dos razones, una porque estos son seres
vivientes creados directamente por él y para él, y dos, por generalizarlos y no
estar clasificándolos cada vez que tiene que nombrarlos; por ser de varias
categorías. Por ejemplo en Job 1:6 Generalizándolos, dice: “Un día vinieron a
presentarse delante de YHVH los hijos de Dios, y entre los cuales vino también
Satanás”. De otra manera tendría que haber dicho: “Un día vinieron a
presentarse delante de Dios, los Ángeles, Arcángeles, Querubines, Serafines
etc. y entre ellos vino también Satanás “que es también un hijo de Dios.
La frase “hijos de Dios” aparece seis
veces en La Biblia, con la característica de seres creados, cinco en el antiguo
pacto y una en el nuevo; en Génesis 6:2 y 4 en Job 1:6, 2:1, 38:7 y por último
para que veamos, como Dios no descuida ningún detalle y para facilitar a los
que queremos aprender de su palabra; en Lucas 3:38 confirma esta teoría, de que
los “hijos de Dios” son todos los seres pertenecientes a su directa creación,
nombra al único hombre que también fue creado por él; y por lo tanto es un
“hijo de Dios” por ser producto de su creatividad, cuando Lucas da la
genealogía al revés, desde Jesús hasta Adán termina diciendo hijo de “de Enós, de Set, de Adán, de Dios”.
(Aunque algunos, con el fin defender
sus teorías, atribuyen esa afirmación “hijo de Dios” a Jesucristo, forzando la
sencilla interpretación del contexto;
cuyo propósito no es otra cosa que el de relatar una
descendencia que inició con Adán como un “hijo de Dios” creado
directamente por su voluntad).
Como podemos ver, existe una gran
diferencia entre el significado de esa frase, entre el antiguo pacto y el nuevo. Pero para Dios
tiene el mismo valor, y la misma aceptación; porque para Él todo ser viviente
tiene una invalorable importancia, a tal punto que no escatimó en dar la vida
de su hijo Jesús para redimirnos, de manera que creyendo en él, se llega a
tener el privilegio de ser hechos hijos de Dios. Así que, tanto los seres que
creó como los que han sido adoptados, tienen para Él el mismo valor. Gálatas
4.4 confirma lo expuesto diciendo: “Pero cuando vino el cumplimiento del
tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que
redimiese a los que estaban bajo la ley a fin de que recibiésemos la adopción
de hijos”.
Por supuesto que también en el nuevo pacto y por el nuevo nacimiento del Espíritu, a los
que creen en Jesucristo, se les concede la potestad de ser hecho hijos de Dios.
Y simbólicamente por el bautismo se muere para este mundo (por haber nacido en
pecado) y se tiene un nuevo nacimiento como hijos de Dios. En Juan 1.12 dice:
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios”.
Los hijos de los hombres.
Es importante recalcar que la frase
“hijos de Dios”, denota a seres que existen únicamente por el proceso creativo
de Dios; como se especificó anteriormente. Tanto para los que pertenecen a ese
mundo espiritual, cómo también para Adán,
nombrado en Lucas 3:38.
Pero Los hijos que nacen de manera
natural después de Adán, la
palabra los denomina hijos de los hombres, estableciendo así una diferencia. En
Génesis 5:1 lo enseña diciendo: “El día en que creó Dios al hombre, a semejanza
de Dios lo hizo”. Mientras los que fueron engendrados después de Adán; nacieron
a su semejanza según leemos en Génesis 5:3 que dice: “Y vivió Adán ciento
treinta años, y engendró un hijo a su
semejanza, conforme a su imagen”. De manera que todos los nacidos desde Adán
por generación natural son llamados “hijos o hijas de los hombres;” cosa que se
puede leer en Génesis 6.2, 6.4 y 11.5 donde los denomina de esa manera.
Retomando la controversia de la creencia que esos “hijos de Dios” eran
los que pertenecían a la descendencia de Set;
y las mujeres a la de Caín: ¿Por qué Moisés al escribir el Pentateuco
inspirado por Dios no los diferencia de una vez, ya que los generaliza a todos sin hacer una
diferencia entre las dos generaciones? Porque en génesis 6.1-2 dice: “Aconteció
que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y
les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres
eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas”. La pregunta
que surge es: ¿Por qué no los diferenció de una vez, entre “Hijos de Set, y las
Hijas de Caín, si eso era lo que quería trasmitirnos?
La otra pregunta que viene al caso es: ¿Acaso en ese tiempo
había alguna ley que impidiera casarse
entre hermanos y hermanas de diferente linaje? Cuando Moisés generaliza con la
frase las hijas de los hombres eran hermosas,
¿No es absurdo pensar que las hijas de Caín, eran más hermosas
físicamente que las hijas de Set?
No hay ninguna base bíblica para
sostener la teoría de que esos hijos de Dios en Génesis 6 eran los hijos de la
generación de Set, como tampoco la suposición de que las hijas de Caín tenían
encantos físicos especiales, que no poseían las hijas de Set. Toda esa
argumentación se esgrime sin una sola base bíblica y con el fin expuesto
anteriormente. Fácilmente Moisés hubiera podido escribir, y aclarar esa situación diciendo: Cuando los
hombres comenzaron a multiplicarse sobre la faz de la tierra, el linaje o la
descendencia de Set, viendo que las hijas de la descendencia de Caín eran
hermosas, tomaron para sí mujeres escogiendo entre todas.
La razón por la cual se difundió esa
teoría.
Ahora que tenemos una idea más clara
con las anteriores explicaciones, y la diferencia entre el
antiguo y el nuevo pacto, de la frase “hijos de Dios”; se aclara, el origen del
porque se enseñó por mucho tiempo que los tales hijos de Dios en el libro de
Génesis 6, eran hijos de la descendencia de Set, tercer hijo varón de Adán; Y
no ángeles seres creados por Dios. Este tema
ha sido causa de polémicas interpretativas entre creyentes. Ya hemos
leído lo que dice en Génesis 6.1”Aconteció que cuando los hombres comenzaron a
multiplicarse sobre la faz de la tierra y les nacieron hijas.
Refiriéndose a este pasaje el
escritor hermano Clarence Larkin, en su libro The Spirit World argumenta lo
siguiente sobre las razones por la cual se comenzó a enseñar que los “hijos de
Dios” eran de la descendencia de Set, tercer hijo de Adán. Él lo explica de la
siguiente manera: “La sinagoga Judía antigua enseñaba que los “hijos de Dios”
en Génesis 6.1, 4 eran ángeles, antes y durante el tiempo de Cristo en la
tierra. La iglesia cristiana, sostenía la misma creencia hasta el siglo cuarto
(IV) cuando comenzó a llamarlos “hijos de Set.” Este cambio se debió a dos
razones. Primero, porque se introdujo la adoración de los ángeles.
Evidentemente, si los hijos de Dios
de génesis 6.1, 4 eran ángeles que se unieron a la especie humana; eso afectaría el culto a los ángeles, ya que
ellos eran seres que estaban expuestos a caer. Y segundo, porque se comenzó a
enseñar y a exigir el celibato en la iglesia católica; por supuesto, si se
enseñaba que los ángeles en el cielo no se casaban; pero que algunos de ellos
fueron seducidos por la hermosura de las mujeres hijas de los hombres, y las
tomaron para satisfacer sus deseos amorosos. De ser así con más razón se tendría, que perdonar a los sacerdotes que le
imponían el celibato, si acaso fuesen seducidos en la misma forma”. Cosa que
claramente acontece con frecuencia en la
actualidad”. Debido a ese problema optaron por decir que eran hijos de Set para
poder justificar sus doctrinas de hombre.
Resumen.
Como ya se mencionó, no hay ninguna
base bíblica para sostener la teoría, que esos “hijos de Dios” en Génesis 6,
eran los hijos de la generación de Set. Como tampoco es de suponer que las
hijas de la línea de Caín eran más hermosas, o tenían encantos físicos
especiales, que no poseían las hijas de Set; que atraían a los varones de la
línea de Set. Toda esa argumentación sin una sola base bíblica, la idearon esos teólogos, desviados de la verdad para
que pudieran sostener esas doctrinas
espurias, de la adoración a los ángeles
y el celibato católico; creencias que no
se encuentran en la palabra de Dios. Más
adelante podremos ver cómo la misma palabra aclara que esos “hijos de Dios”
eran ángeles.
Con las anteriores explicaciones,
deberíamos tener una idea más clara, de la diferencia de la frase "hijos
de Dios" entre el antiguo y el nuevo pacto, y el origen del porque se
enseñó por mucho tiempo que los tales hijos de Dios en el libro de Génesis 6,
eran hijos de la descendencia de Set.
Revive la correcta interpretación.
Ya en el siglo diez y ocho revivió la
“interpretación angélica”, cosa que es aceptada por muchos eruditos bíblicos
hasta el día de hoy. Algunos creyentes que no comparten que estos sean ángeles,
por desconocer su origen, a estos aunque
se les demuestre que es una enseñanza bíblica, se les dificulta creer la teoría que esos eran ángeles. Lo
primero que ellos esgrimen es, “que la
palabra de Dios afirma que los ángeles
son asexuales, y en cielo no se casan ni se dan en casamiento.” Aunque este
argumento sea completamente válido, se
le dificulta entender que lo que aconteció en ese tiempo del diluvio; no se puede aplicar, a lo que enseñó
el Señor en esa ocasión sobre los
ángeles.
Ya que este hecho no se refiere a un
acontecimiento que tuvo lugar en el cielo; sino de algo que aconteció en la
tierra y la palabra de Dios lo confirma que fueron los “hijos de Dios” (ángeles) que abandonaron
su morada (en el cielo) para involucrarse en esa aventura que tuvo lugar aquí
en la tierra con el propósito de contaminar la raza humana.
Donde un grupo de ángeles (cuyo
número desconocemos) de alguna manera, se prestaron para ese plan, humanándose
o posesionándose de cuerpos humanos, y forma de hombre; que con astucia
lograron seducir a las mujeres usando de ellas. Nótese que la palabra de Dios
no especifica si esas “hijas de los hombres” eran de la línea de Caín o de Set.
Sólo podemos entrever en todo esto un plan diabólico para destruir la raza
humana.
Se tratará de explicar esto lo más
claro posible, para que se pueda entender el verdadero alcance de ese gravísimo
acontecimiento. El cual no se trata solamente de que si eran ángeles, o hijos
de Set, sino de algo mucho más grave que indujo a Dios a tomar esa histórica
decisión, obligándole a que interviniera ya que esa contaminación no daba lugar a que se pudiera revertir.
Es bueno antes de continuar aclarar
lo siguiente, no es que esto tomó a Dios por sorpresa; porque Él permite a los
que luchan en contra de su voluntad, y no le obedecen; de usar todas sus
artimañas, para luego demostrarle que es inútil luchar en su contra. Ya que Él
tiene el dominio de todas las cosas, y es el único y todo poderoso Dios. Todos
los que se empeñan en luchar para anular desbaratar sus propósitos, sólo pueden lograr
demorar sus planes, pero seguramente todas esas argucias se les
revertirán en contra de ellos mismo.
Ellos, los demonios, vieron que el plan era genial no había manera de pararlo, y esto ocasionaría que el Redentor prometido no podría nacer, Dios
dejó correr las cosas hasta que actuó. Satanás no podía
saber, ni contaba con el diluvio, ni con la familia de Noé que era “sin
defecto en sus generaciones”. Bien ya sabemos que los ángeles que participaron
en ese evento fueron castigados y
guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran
día. Satanás como el autor intelectual, no fue castigado porque no se involucró
en ese episodio, él promueve y envía; sabe cómo cuidarse porque por la
sabiduría que le fue dada sabe muy bien quien es Dios.
Cual eras el plan oculto de todo esto.
El objetivo, de esas uniones ilícitas
era, un segundo intento de Satanás, para impedir el nacimiento del Redentor.
Como él no conocía los planes de Dios, su primer intento fue pensar que Abel
era el canal de esa simiente de la mujer que le aplastaría la cabeza. De manera
que al no obedecer Caín el consejo dado por Dios de hacer el bien, le dio lugar
al enemigo para que lo indujera a matar a su hermano Abel de donde vendría el
Salvador.
Con este otro plan
pensaba contaminar con carne
extraña toda la raza humana, con el fin de impedir esa sentencia, proferida por
Dios en su contra; que de la simiente de la mujer, vendría Aquel que lo heriría
en la cabeza. El objetivo satánico era imposibilitar el nacimiento de ese Ser,
que en Génesis 3.14-15 le dijo Dios:…“Por cuanto esto hiciste, maldita serás
entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho
andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti
y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la
cabeza, y tú le herirás en el calcañar”.
El plan como se dijo, consistía en impedir el
nacimiento del Redentor; viéndolo del
punto de vista humano, se podría decir que casi logra su objetivo; sin embargo
él que no duerme y tiene el control de todo, escogió un hombre, Noé y su
familia, que hallaron su gracia, por haber caminado y confiando en Él. A Dios
gracias también nosotros por su misericordia fuimos librados de las
consecuencias de ese plan diabólico.
De esa manera Noé, como dice en
Hebreos 11, por su fe condenó a todos los de esa generación; sean descendientes
de Caín, como los de Set, salvándose él y su familia por la misericordia de
Dios.
Aparte de todo esto que se ha
expuesto hasta el momento hay que entender lo que realmente aconteció, y lo
grave de esa situación, aún con las pocas palabras del relato bíblico de
Génesis 6. Ya que por la gravedad de la situación; Dios tomó la decisión de
destruir con el diluvio a todo ser viviente. Tenía que haber una razón muy
grave que no era solamente la cuestión del pecado que había entrado en el
mundo; ya que para eso Dios había provisto de antemano un Redentor.
La razón era que ese evento estaba
poniendo en peligro su plan redentor para preservar la integridad de la simiente
la mujer por donde nacería el Mesías; protegiéndola de la simiente de la
serpiente. Ese tiene que haber sido el motivo por el cual Dios llegara a tomar
esa decisión.
Lo que algunos estudiosos de las
escrituras suponemos que aconteció fue lo siguiente: Esos “hijos de Dios”
(ángeles) del relato, desde la morada que se les asignó en el cielo, veían como
los hombres tenían relaciones con las mujeres y estas procreaban. Esta
procreación para ellos les dio la idea
que podía ser degenerada al unirlas con
carne extraña.
De allí que Satanás propondría un plan que
sería, el de participar físicamente en esa procreación para interferir entre la
simiente de la mujer y su simiente mezclándola; ya que de esa manera sería
modificado su ADN. Contaminando así la línea por donde iba a nacer Aquel que lo
heriría en la cabeza, quitándole su imperio sobre el hombre. Seguramente un grupo de ángeles se ofrecieron para
ejecutar el plan, sin saber lo que le esperaba como castigo por la reacción
Divina.
No importándoles a ellos su “segura morada” ni su dignidad, por ser
criaturas con un conocimiento más elevado, de lo que podía tener la raza
humana, se ofrecieron para poner en
marcha ese plan preconcebido por su líder el diablo. Todo con el fin de
procrear y tener hijos por medio de esas relaciones de seres extraños, al
unirse con las hijas de los hombres, y contaminar de esta manera la raza
humana; así que, tomando apariencia de
hombre sedujeron y fornicaron con todas ellas.
Seguramente esto conduciría a un caos
entre una generación de hijos de ángeles, no sujetos a la muerte con, otra
generación de hijos e hijas de los hombres; sujetos a la muerte. De esa manera
hubiera sido imposible que el salvador naciera de mezcla de carne extraña, con
el nacimiento de seres híbridos procedentes del cruce de dos organismos de diferentes razas,
especies o subespecies distintas, las cuales no se reproducen entre sí.
Podemos decir que en parte logró
destruir esa generación, solo que Dios como siempre tenía su recurso y es este
caso extendió su gracias hacia Noé y su familia. Igual cuando Elías le dijo que
sólo él quedaba de los profetas, Dios le respondió 1Rey 19.18: “Y yo haré que
queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron”.
Viendo Dios que le dieron cabida a
este hecho contra natura, tomó la decisión de raer de sobre la faz de la
tierra, a todo ser viviente; para reiniciar con Noé y su familia una generación
nueva. Siendo él como lo revela la palabra
de Dios un hombre de sana conducta, temeroso de Dios y obediente.
Meditemos solamente en esto: De haber prosperado ese plan
diabólico, y de haberse extinguido la familia de Noé, ese suceso hubiera impedido tanto el nacimiento del Redentor, como la redención
del hombre.
De manera que para Lucifer y los
ángeles rebeldes como castigo para ellos
preparó un lago de fuego donde estarían allí eternamente. Mientras a la
pareja humana (Adán y Eva) y su descendencia aunque merecían el mismo castigo, les enviaría
el socorro que pagaría el precio para
rescatar a la humanidad de la
esclavitud del pecado y de las manos de Satanás; como tizones sacados del
fuego. En efecto en Hebreos 2.16 dice: Porque ciertamente no socorrió a
los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. Aunque ese libro y
la promesa fueron para los hebreos, todos lo de la fe somos hijos de
Abraham.
Fue así que Dios para abortar ese
plan, tomó la decisión de destruir a todos los seres vivientes de esa época con
el diluvio. Quedando sólo Noé y su familia, que se guardaron de no contaminarse
con esas uniones extrañas, dando Dios testimonio que él y su familia no
participaron de esos hechos según Génesis 6.9
que dice “Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era
perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé”. Que es lo que nos revela la palabra
de Dios de él y su familia, que no se habían contaminado con esas uniones extrañas.
Realmente sin la aclaratoria que nos
proporcionan Judas y Pedro en sus escritos, sería difícil poder entender todo
lo acontecido en esa época ya que no hay en el libro de Génesis suficiente
información para poder entender todo lo que aconteció en ese tiempo, como los
motivos.
Comenzaremos con mencionar, que la
palabra de Dios nos explica algo acerca de esos ángeles de Génesis 6. En la epístola
de Judas verso 6 y 7 que dice: “y a los ángeles que no guardaron su dignidad,
sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en
prisiones eternas, para el juicio del gran día. Como Sodoma y Gomorra y las
ciudades vecinas, las cuales “de la misma manera que aquellos " habiendo
fornicado e ido en pos de vicios contra
naturaleza fueron puestos por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno”.
Este grupo de ángeles que participaron en ese plan, no pudiendo regresar a la anterior morada, sus espíritus fueron enviados al abismo o tártaro. Que es un sitio de espera donde todos ellos, están aguardando el juicio del gran día. Más adelante se darán otros detalles sobre ese sitio.
Este grupo de ángeles que participaron en ese plan, no pudiendo regresar a la anterior morada, sus espíritus fueron enviados al abismo o tártaro. Que es un sitio de espera donde todos ellos, están aguardando el juicio del gran día. Más adelante se darán otros detalles sobre ese sitio.
Es de suponer, que este
suficientemente claro que al mencionar “aquellos” en el anterior versículo se
está refiriendo a esos ángeles que fornicaron escogiendo entre todas las
mujeres. Como tampoco sea muy difícil poder entender a quienes se refiere la
Palabra de Dios con la frase “de la misma manera que aquellos.” (Es decir los
ángeles) Si recomponemos la frase cambiando la palabra “aquellos” por
“ángeles,” se podría entender mejor lo que el versículo nos quiere enseñar, y
se leería de la siguiente manera:
“Como Sodoma y Gomorra y las ciudades
vecinas, las cuales de la misma manera que los ángeles que no guardaron su
dignidad, sino que abandonaron su propia morada habiendo fornicado e ido en pos
de vicios contra naturaleza fueron puestos por ejemplo; los ha guardado bajo
oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día”.
Luego el apóstol agrega para aclarar aún más en 2 Pedro 2:4:…“Dios no
perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al tártaro los entregó
a prisiones de oscuridad para ser reservados al juicio. (Tártaro es un profundo
abismo usado como una mazmorra de sufrimiento y una prisión para esos
espíritus)
Este pasaje aclara que está
refiriéndose a hechos ocurridos antes de la época anti diluviana. Y no se deben
confundir con aquellos ángeles que están todavía en el cielo, y que en un
futuro serán arrojados de allí juntos a Satanás, como lo afirma Apo.12.9. Sino
a un grupo que dejó su morada que se les asignó (el cielo) y lo abandonaron
como tampoco guardaron su dignidad siendo seres con mayor conocimiento.
El escritor Clarence Larkin en su
libro The Spirit World (p.23) distingue entre los ángeles caídos atados en
prisiones, y los que están todavía libres; luego de citar Judas 6 y 7 concluye
diciendo: Que esos ángeles encadenados en prisiones, están allí por haber
tenido relaciones sexuales con mujeres de la raza humana. El agrega que estos
ángeles en prisiones, no son los mismos de los que andan todavía libres como su
jefe Satanás, sino solamente un grupo de
ellos.
Al leer el capítulo 12 de
Apocalipsis, podemos apreciar que en un futuro no muy lejano en el cielo tendrá
lugar un evento donde Satanás y sus ángeles lucharán, posiblemente defendiendo
su posición en el cielo ya que el desenlace final será la expulsión de todos ellos
de esos lugares celestes.
Es probable que esa lucha de Satanás
y sus ángeles de permanencer en el cielo
se deba a que mientras estén allí como
su actual morada, ese lugar es para ellos como un refugio donde no se les
aplica el castigo. Donde pueden disfrutar todavía de una relativa y condicional
libertad, con la esperanza de que su líder los pueda sacar de ese problema de
rebelión en que los metió. Sin embargo el final de todos ellos, ya está
decretado en la palabra; cuando
leemos que habrá una gran batalla en el
cielo; nos podemos imaginar con cuanta vehemencia tratarán de defender esa
posición, ya que al salir de allí, iniciará la cuenta regresiva del castigo eterno.
Como el cumplimiento de la sentencia
escrita en Ezequiel 28.17 que dice: “Se enalteció tu corazón a causa de tu
hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por
tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. Ese es el cumplimiento de esa sentencia de hace miles o
millones de años que le fue revelada a Ezequiel y se nos revela a nosotros al leerla.
En Apocalipsis 12.9 está el
cumplimiento de esa sentencia que dice: “Después hubo una gran batalla en el
cielo: Y Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y
sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el
cielo. Y fue lanzado fuera el dragón la serpiente antigua, que se llama diablo
y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus
ángeles fueron arrojados con él”.
El anterior pasaje hace referencia a
ese momento cuando en un cercano futuro, Satanás con sus ángeles serán
arrojados del cielo antes de la gran tribulación, al ser sometidos por el grupo
del arcángel Miguel y sus ángeles, y liberar así los cielos de esos seres perversos.
Desde ese momento esas mansiones celestiales estarán listas para acoger los
redimidos que le fueron fieles y
agradecidos.
Es lógico pensar que si esos ángeles
caídos con su líder están aún en el cielo su actual morada; ese otro grupo de
ángeles, a los cuales se refieren los
apóstoles Judas y Pedro sean los que no guardaron su dignidad, y que
abandonaron su propia morada.
¿Pueden los ángeles siendo espíritus
humanarse?
La palabra no nos da muchos detalles
al respeto; lo que sí sabemos es: Primero, que es un grupo que tenían como los
demás su morada en el cielo y la abandonaron. Segundo, que no guardaron su
dignidad porque siendo ellos seres de más alto conocimiento que los humanos, no
se comportaron con la dignidad requerida para su rango. Tercero, que se
posesionaron, o se humanaron tomando forma de hombre. Cuarto según lo que nos
relata la palabra sedujeron a las hijas
de los hombres de aquella generación; “tomando para sí mujeres, escogiendo
entre todas”.
A este punto algunos se preguntarán,
¿pueden los ángeles humanarse? Por los
relatos que nos proporcionan la palabra de Dios, si pueden. Por ejemplo
al leer y analizar el relato de Lucas
sobre este tema podemos apreciar lo que acontece y cómo actúan estos demonios y
las consecuencias de abandonar su morada y humanarse.
Tenemos el relato de Jesús y sus
discípulos, al llegar al sitio donde estaba un endemoniado en Lucas 8.26-31 que
dice: “Y arribaron a la tierra de los gadarenos, que está en la ribera opuesta
a Galilea. Al llegar él a tierra, vino a
su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no
vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros. Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y
postrándose a sus pies exclamó a gran voz: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del
Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes. (Porque mandaba al espíritu
inmundo que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado
de él; y le ataban con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era
impelido por el demonio a los desiertos.)
Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión.
Porque muchos demonios habían entrado en él. Y le rogaban que no los mandase ir
al abismo”. (Como se dijo no se les permite
volver a su antigua morada)
También tenemos otros ejemplos de ángeles que se presentaron en forma de
hombre en varias oportunidades, como los que se presentaron a Abraham, en
Génesis 18, (aunque uno de ellos era el Señor Jesucristo) Y Abraham pensando
que eran seres humanos que venían de lejos, les ofreció agua para limpiar sus
pies, y les trajo comida para sustentarse. De la misma manera como se trataba en ese tiempo a todo viajero,
antes de seguir su camino. La palabra relata que luego de comer en Génesis
18:16 dice: Y levantándose de allí aquellos varones, dirigieron la mirada a
Sodoma, y Abraham fue con ellos para despedirlos.
Y cuando dos de ellos llegaron a Sodoma, al verlos Lot, los trató de la misma
manera como si se tratara de comunes viajeros ofreciéndoles comida y
alojamiento. Luego cuando los habitantes de Sodoma los vieron les dijeron a
Lot: ¿Dónde está los varones que
llegaron para pasar la noche contigo?
Queriendo tener relaciones con
ellos ¿acaso los vieron diferentes de los demás, siendo ellos ángeles? También
se le presentó uno a Gedeón mientras él escondía su cosecha de los Madianitas
que dominaban en ese tiempo, en Jueces. 6, como también se les presentó otro a
los padres de Sansón en el libro de
Jueces 13.
ALGUNOS PUNTO PARA ACLARAR.
Es
propicio el momento para aclarar lo siguiente: Si esos ángeles, eran y son
seres eternos, no sujetos a la muerte, ¿que aconteció con ellos durante y
después del diluvio? Se iniciará diciendo lo siguiente: sabemos por la palabra
que los ángeles son seres incorpóreos; el hecho que ellos tomaron mujeres para
sí, y que le nacieran hijos, es lógico pensar que tuvieron que tener
un cuerpo humano. Ahora si ese cuerpo era “una transformación de autoría
propia, como aconteció con la serpiente en el Edén”, o se apropiaron de un
cuerpo humano, non lo sabemos, eso es algo que el Señor nos lo explicará en el
futuro.
Sólo podemos entender que eran
demonios, de ángeles caídos, y poseían un cuerpo humano, ya que se veían como
tales; y actuaron según sus argucias para conquistar las mujeres como dice la
palabra “escogiendo entre todas”. Por supuesto que todos esos de una u otra
manera no pertenecían a la línea de la generación humana. En apariencia se podía ver normales pero eran de carne
extraña. Ahora bien, sean los unos, como los otros, la palabra es muy clara al
enfatizar que: “pereció toda carne que se movía sobre la tierra”, así que todos
murieron en el diluvio.
La misma palabra nos aclara en Génesis 6 y 7
que toda carne pereció, en el 6.17 dice: “Y he aquí Yo hago caer el diluvio,
aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que hay aliento de vida bajo
los cielos. Todo lo que hay en la tierra perecerá. En el 7.19-22 Y las aguas
crecieron mucho, en extremo sobre la tierra, de modo que quedaron cubiertas
todas las altas montañas que están debajo de los cielos. Quince codos más
arriba crecieron las aguas, y las montañas quedaron cubiertas. Y, tanto ave
como animal y fiera, y de todo bicho que pulula sobre la tierra, y todos los
hombres. Todo lo que tenía aliento de vida en sus narices, y todo lo que
estaba en lo seco, murió. Y para que no hubiera duda el 24 agrega: “Y
prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento cincuenta días”. BTX3
De manera que así como nuestro ser
tiene una parte tangible que es el
cuerpo, y la otra intangible que es el alma. De igual manera esos “hijos de
Dios”, tenían un cuerpo bien sea propio o poseído. Ellos también tenían esa
parte tangible que era el cuerpo, como la otra parte intangible que era la
espiritual o “el de ángel”. (No de alma ya que sólo el hombre llega a ser alma
viviente por el soplo de Dios).
Es obvio que ambos grupos de cuerpos, sea el de los humanos como de los
de los “hijos de Dios” murieron en el diluvio. Luego las almas de los
humanos fueron al Hades, y los espíritus
de los ángeles recibieron su primer castigo al ser enviados como ya vimos al Tártaro o
abismo; cómo se nos revela en Judas verso 6 y 7 que dice: "y a los ángeles
que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha
guardado (Dios) bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran
día".
También es bueno aclarar que no faltan
en medio del pueblo de Dios, hermanos que tienen temor de orar por alguien que
está enfermo, o que tenga un espíritu que lo atormenta; por el temor que el
espíritu malo se apodere de él. Como de
otros que les tienen miedo a los brujos, al mal ojo, a agüeros, etc. Hay
creyentes que piensan de esa manera, y temen tales cosas aunque tengan muchos
años en el Señor; normalmente ponen más
oído a los relatos fantasiosos, sueños, revelaciones y tradiciones, que a la
misma palabra de Dios.
Todo el mundo puede tener un sueño o
una revelación y no podemos dudar que lo hayan tenido. Pero si no tenemos el
don de discernimiento de espíritu, para saber si lo que nos dicen es de Dios, o
es del diablo para confundirnos; recordemos siempre que nuestra única guía de fe es la biblia la palabra de Dios
que nunca falla. De todas maneras, donde se nota mucha verborrea, alabándose de ser escogido,
de tener revelaciones y sueños; recordemos siempre que el diablo es astuto, y
su trabajo es el de confundir a los que son hijos de Dios. Como engañándonos al
hacernos creer que todo sueño proviene de Dios, como dice en Jeremías 17.9
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo
conocerá?”
La
palabra en Eclesiastés 5.7 nos dice: “Donde abundan los sueños, también
abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios”.
(Personalmente a eso de los sueños, yo le agregaría dos cosas más, que son:
esas frecuentes expresiones “Dios me reveló, Y Dios me habló”). La Biblia nos
habla y nos muestra el camino correcto a seguir que es Jesucristo; todo lo que
no enaltezca a Dios procede del mal, todo lo que enaltece el ego humano es del
enemigo para confundir. Lo correcto
sería decir: “Dios puso en mi mente o me hizo pensar”.
Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto
y Balac quería que Balaam lo maldijera; Balaam dijo en Num 23.23 “Porque contra
Jacob no hay agüero Ni adivinación contra Israel”. Y nosotros somos más que
Israel somos como la niña de los ojos de Dios. Los creyentes que piensan de esa
manera no han entendido todavía, que somos templo y morada del Espíritu de Dios, que nuestra
habitación terrenal (el cuerpo) está ocupado por el Espíritu Santo, Y ¿cómo
podría un demonio meterse donde reina Dios con su Espíritu?
Mar 3.27 “Ninguno puede entrar en la casa de un hombre
fuerte y saquear sus bienes, si antes no le ata, y entonces podrá saquear su
casa”. ¿Será que piensan que un espíritu satánico puede sacar aquel con el cual
estamos sellados desde el día que creímos?
Efe 1.13 En él también vosotros,
habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y
habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa.
FIN DE LAS ACLARATORIAS Y REGRESANDO AL TEMA.
Noé, varón justo y perfecto en sus
generaciones.
Hay dos afirmaciones muy importantes
en la Biblia acerca de Noé, que pueden confirmar la anterior explicación, una
está en Génesis 6.8 que dice: Pero Noé halló gracia a los ojos de Dios. Él no
se salvó por su justicia, sino por la misericordia que Dios tuvo, y no
solamente de él y su familia, sino de todos los que murieron confiando en
Dios antes del diluvio. Como también por
todos nosotros los que naceríamos después.
Sin embargo, aparte de hallar gracia
a los ojos de Dios; Noé tenía otra importante característica que le dio paso,
para que Dios lo usara para rehacer toda la raza humana; siendo lo más importante el nacimiento del Redentor. Que
sería como se dijo, no sólo para la
nueva generación que se formaría por medio de Noé y sus hijos, sino por los
muchos que murieron antes de diluvio,
siendo obedientes y confiando en Dios.
Los cuales habían dejado este
mundo y murieron con la esperanza en esa
promesa cuyo tipo era el cordero, el cual los redimiría del pecado e de la muerte eterna; a los cuales
Dios no los podía dejar avergonzados.
Es por eso que la palabra de Dios revela que al consumar
Jesús el sacrificio dando su vida en la cruz, descendió a las partes más bajas
de la tierra como dice en 1Pedro 3:19: ”en
el cual también fue a predicar a los espíritus encarcelados, que en un tiempo
desobedecieron, cuando esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé,
mientras se preparaba el arca, en la cual unos pocos, es decir, ocho personas,
fueron salvadas a través del agua.” No es que fue a predicarles a todos los muertos de ese lugar,
sino a los de antes del diluvio que no tuvieron una ley, ni escrito alguno o
ejemplo para ser enseñado. Sin embargo Noé si tuvo fe creyó condenando de esa
manera a los incrédulos. Por supuesto que se presentó dando motivo de alegría, también
a todos los que confiaron en Él que murieron bajo la ley; como de tristeza para
los desobedientes a la voluntad de Dios.
Este grupo de creyentes que depositaron su confianza en Dios,
estaban en el Hades posiblemente como estamos hoy día nosotros esperando el día
de nuestra redención. Nos podemos imaginar lo glorioso que fue para ese grupo
ver a su Redentor, posiblemente diciéndole a ellos: Eme aquí enviado por mi
padre para vosotros en cumplimiento a la promesa de redención que le hizo a
Adán mostrándole el sacrificio de ese cordero. Como de la sentencia que heriría al enemigo en la cabeza (Génesis
3.15). Para llevarlos ahora a un nuevo y más elevado lugar preparado para todos
vosotros. Desde ese momento el Hades quedó solamente para los que esperan el
juicio del gran trono blanco.
Actualmente se está repitiendo la
historia.
Se quiere enfocar algo más sobre este
tema de Noé, ya que Jesucristo en una de sus enseñanzas dijo que regresaría a
esta tierra en un momento que la humanidad estaría como en los días de Noé y de Lot en Sodoma,
diciendo en Mateos 24:36: “Pero acerca de aquél día y hora, nadie sabe, ni los
ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sólo el Padre. Pero como en los días de
Noé, así será la venida del Hijo del Hombre; porque como en
aquellos días antes del diluvio, estaban
comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento, hasta el día en que Noé
entró en el arca, y no se dieron cuenta
hasta que el diluvio llegó y se los llevó a todos, así también será la venida del Hijo del Hombre”.
De la fidelidad de Noé da testimonio
la palabra de Dios en Hebreos 11.7
diciendo: Por fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de las cosas que aún
no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe
condenó al mundo y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.
En los cien y más años que duró la
construcción del arca su fe en Dios no desmayó, permaneciendo como fiel testigo
predicando lo que Dios le había encomendado. El mismo no sabía la magnitud de que Dios le anunció que haría, pero
obedeció con fe y temor, preparando el arca, que salvaría tanto a él como a su familia del juicio, terminando todo con una gran inundación.
Seguramente Noé le explicaría a muchos de los curiosos que
les preguntaban, el propósito de esa arca que él estaba construyendo por
mandato de Dios; diciéndole que ese iba a ser el único medio de salvación, para
evadir el juicio que vendría. Nos podemos imaginar, las risas y burlas de sus
contemporáneos, y otros que por respeto
a la seriedad del mensaje de Noé no se burlaban, pero permanecían
indiferentes a la comisión Divina dada a
Noé.
Seguro estoy que el día que Dios
rompió las fuentes del abismo, y abrió las cataratas de los cielos con truenos
y relámpagos; al comenzar a subir las aguas, muchos corrieron hacia el arca
atemorizados para huir de esa espantosa situación gritando, para que se les abriera
la puerta, y en su desesperación golpearon el arca, diciendo: Ábrenos Noé, pero
el relato de Génesis 7:16 dice: Que Dios cerró la puerta del arca. Él es
paciente y misericordioso pero cuando el cierra nadie puede abrir. Dios le da al hombre toda una vida para acudir a
él, pero al morir se cerró la puerta de la oportunidad.
La paciencia de Dios fue por el
tiempo que duró su construcción. No pudieron entender, ni siquiera cuando
vieron que los animales, siendo seres irracionales comenzaron en parejas a
entrar en el arca, sin que nadie los obligara. Ninguno pudo percatarse de la catástrofe que se avecinaba,
esa indiferencia ocasionó que todos perecieran. Es extraño que ninguno de esos supuesto “hijos de Dios” de
la tradicional enseñanza de los hijos de Set, (aparte de los 8 de Noé) de
génesis 6 se salvó del diluvio. Algo insólito porque los que son de Dios, oyen
y reconocen su voz, le obedecen y son guardados por Él, como Noé que obedeció y
no fue abandonado.
No se quiere terminar esta
explicación, sin aprovechar y hacer un paralelo como advertencia, entre aquel
mensaje que Dios le encomendó a Noé, y el mensaje que nos ha encomendado a
nosotros por su palabra, de predicar las buenas nuevas del evangelio.
Noé predicó por cien años a esa
generación, que el único medio de salvación y refugio seguro era el arca; hoy
día y por casi 2000 años nuestro mensaje es el mismo, se avecinan días malos y
el único refugio seguro es Jesucristo, el arca de salvación de hoy como lo fue
la de Noé en su tiempo.
Así lo afirma la palabra de Dios en
Hechos 4:12 que dice: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. Solamente
Cristo es el arca de salvación, y aunque se burlen cuando decimos que Jesucristo
regresará, muchos permanecen indiferentes, otros no lo creen, y otros siguen
indecisos; Jesucristo volverá a este mundo y es el único medio de salvación.
Que no acontezca como los que buscaron el arca en el último momento cuando el
agua comenzó a crecer y no había más oportunidad, ya que la palabra dice: “Que
Dios cerró la puerta del arca”.
De este mismo tipo de individuos, que
había en los días de Noé, que ninguno de ellos se acercó a Dios, por medio del
mensaje de Noé; indistintamente, si
creyeron o no, si permanecieron indiferentes, o entusiasmados con la
explicación de Noé, hoy día los hay por
millones y ellos también sufrirán una gran pérdida de no buscar a Dios mientras
puede ser hallado.
Hoy día la historia se repite con
algún agravante, ya que han pasado varias generaciones, desde que Cristo murió
y resucitó, tenemos relatos escritos de hechos acontecidos, como ejemplo para
nuestra admonición, y tenemos la palabra
de Dios, que es su mensaje para la humanidad. De manera que ninguno podrá excusarse
delante de él, y el mensaje es el mismo. En el tiempo de Noé tenían que acudir
al arca para salvarse; hoy hay que acudir a Jesucristo, que es el único
refugio, nuestra arca de salvación y el que
puede perdonar nuestros pecados.
Al creer de corazón, en Jesucristo y
pidiéndole perdón por nuestras faltas y pecados el salvará nuestras almas. La
palabra de Dios en Romanos 10.10 dice: Porque con el corazón se cree para
justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pareciera que Dios
quiere oír esta afirmación de nuestros labios: “Dios mío creo en Jesucristo
como mí único medio de salvación, y que le resucitaste de los muertos”. Esta
confesión emanada de un corazón sincero y convencido: conmueve de tal manera a
Dios que en su misericordia no puede dejar de perdonar a cualquiera que acude a
él; y adoptarlo como hijo.
Aggeo Palumbi 25/10/11 revisado. 19/03/15
Para cualquier comentario
contactar: aggeop@gmail.com
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